La renuncia de Édgar Mora como ministro de Educación generó críticas entre politólogos y estrategas, quienes consideran que el Gobierno cedió muy fácil ante la presión de distintos grupos.
Mora anunció su renuncia este lunes al mediodía, en medio de una serie de manifestaciones y bloqueos basados en puros jeterazos sobre temas como baños neutros, drones o pruebas Faro.
Esos bloqueos generan pérdidas por unos ¢7.800 millones al día, según los industriales.
“La salida de Édgar Mora no era la solución. El Gobierno no tuvo que ceder tan fácil ni tan rápido porque la esencia de las discusiones sigue igual con o sin ministro de Educación. Aquí lo preocupante es cómo los sindicatos manipulan al pueblo a su antojo”, analizó el politólogo Gustavo Araya.
“Todas las demandas de los diferentes sectores son muy válidas. Si estás inconforme es importante manifestarse; sin embargo, hay que hacerlo con claridad. Se tira a los estudiantes a la calle a demandarle al presidente infraestructura y le reclaman a este Gobierno, cuando ese problema es asunto de varios gobiernos anteriores”, explica Araya.
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Para don Gustavo “Dios los hace y ellos se juntan” cuando se entiende que los sindicatos han hecho alianza con los grupos políticos religiosos conservadores del país.
“Todo queda igual porque Mora no era el problema, los sindicatos y los religiosos conservadores lograron manipular a los pescadores, a los transportistas y a los estudiantes.
“Y en esto hay que entender bien algunos motivos, estamos a la vuelta de la esquina del período de las sesiones extraordinarias (a partir del primero de agosto próximo) y hay temas como el de la regulación de las huelgas, empleo público y transformación de instituciones públicas, que para nada le agradan a los sindicatos, por eso han manipulado a su antojo”, reiteró Araya.
El politólogo lanza la gran pregunta “¿Ahora cuál ministro sigue?”. Dejando muy claro que la respuesta es muy peligrosa. “Como ya les funcionó el berrinche van a seguir usándolo", dijo. Precisamente varios grupos anunciaron que ahora van por la cabeza de la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar.
Rancho ardiendo
El estratega digital Esteban Mora ve la salida de Mora como “un control de daños cuando el rancho está ardiendo".
"En mi criterio Mora no lo ha hecho tan mal, pero bueno, fue un ministro muy visible que se metía naturalmente en problemas.
“El Gobierno aflojó muy rápido, se entregó muy pronto porque de la crisis nunca se sale del todo sin heridas. Hay que entender lo que pasó y una simple pregunta podría ayudar: ¿desde cuándo a los traileros se han preocupado por la educación? ¡Nunca! Eso jamás se vio, lo que significa que los sindicatos los están usando a placer, son un ingrediente artificial fácil de convencer por los que realmente tienen intereses, los sindicatos”, afirmó.
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“El problema no son los baños neutros, los sindicatos siempre han encontrado la forma de hacer su juego, pero en esta ocasión estudiantes, transportistas y pescadores, cayeron en ese juego de forma abrumadora”, concluyó.
El politólogo Sergio Araya considera que la salida de Mora se puede interpretar desde dos puntos de vista y en ambas el hoy exministro era el chivo expiatorio.
En una era la salida para que el Gobierno pusiera en evidencia a los grupos –como los traileros– que no tenían relación directa con ese ministro, y ahora con la renuncia los dejan desarmados y deben deponer los bloqueos y sentarse a negociar.
La otra es que como fruto de la presión en las calles esta renuncia puede ser vista como un signo de debilidad y la consecuencia de no haber podido gestionar políticamente de mejor manera este conflicto.
La renuncia
Aunque era un secreto a voces, la renuncia de Edgar Mora generó un gran desplazamiento de distintos medios de comunicación hacia Casa Presidencial este lunes al mediodía.
¿Quién lo sustituirá? ¿Cedió el gobierno ante la presión de los transportistas? Eran algunas de las interrogantes que se escuchaban. Pasaban los minutos y la principal pregunta ya no era si Mora seguía o no como ministro, sino conocer cómo se referiría al pueblo a la hora de dar a conocer su salida.
Muchos ministros se hicieron presentes para acompañar a Mora. Uno de los ministros que más sorprendió con su llegada fue Rodolfo Piza, ministro de la Presidencia, quien en las últimas semanas se ha mantenido como escondido.
Además, le apoyaron Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud; Dyalá Jiménez, ministra de Comercio Exterior; Marcela Guerrero, presidenta del IFAM; Irene Campos, ministra de Vivienda y Amparo Pacheco, viceministra de Planificación.
Satisfecho por su labor
A su salida, Mora leyó una carta que le había entregado al presidente Carlos Alvarado. En su lectura se mostró tranquilo, seguro y satisfecho.
"Señor Presidente: los tiempos difíciles, convulsos y complejos, convocan a componer armonía entre los pensamientos y las emociones, no son un buen momento para la desesperación ni siquiera para la esperanza, y sí demandan de nosotros mucha prudencia y mucha paciencia.
En alguna parte de su mensaje también destacó la importancia que para él reviste servir al país con fraternidad y recordó las luchas para mejorar la educación pública del país.
“Señor Presidente: durante mi vida como servidor público ha sido importante para mí recordar que el primer derecho humano es un deber, el deber de la fraternidad. Todos, absolutamente todos, debemos contribuir a evitar o atenuar los efectos de la desigualdad y de la inequidad.
En vivo: Conferencia de prensa. Casa Presidencial.
Posted by La Teja on Monday, July 1, 2019
"En un día normal, cerca de un millón de personas, niños, niñas y jóvenes asisten a las aulas que están dispuesta en todo el territorio nacional bajo el amparo de un derecho constitucional que este año cumplió 150 años de estar vigente.
"Es este derecho constitucional lo que conformó un sistema universal de educación pública, que es la única vértebra que articula de punta a punta la presencia del Estado en el territorio y conforma el modelo político costarricense.
"Sin embargo, para ese millón de personas, la educación comenzó hace dos o tres décadas atrás con la educación de sus padres y sus madres. Eso es bueno y eso también es inevitable. La educación se realiza realizándola, el modo de vivir la vida que los padres procuran para sus hijos e hijas es un factor importante de la educación.
Al anunciar su salida, Mora aseguró que se dedicará a servir desde el ámbito privado.
“Con buena voluntad e inmenso respeto le devuelvo el mandato designado como ministro de Educación para operar en el ámbito privado. Respondo con esto a una hipótesis positiva, y que yo deseo que se confirme, que tras mi renuncia se abran las avenidas para un río de diálogo”.
Mora finalizó su mensaje con la esperanza de que su salida ayude a apaciguar las aguas y la situación del país mejore.
Al terminar, Mora recibió abrazos de sus compañeros, quienes le ayudaron a dejar el auditorio. No dijo nada más, todo lo mencionó en el documento que leyó para el mandatario y para el país.
Junto con Mora también renunció la viceministra de Planificación Institucional y Coordinación Regional del MEP, Amparo Pacheco. Dijo que lo hizo por razones personales.
La ministra de Comunicación, Nancy Marín, dijo que aún no se tiene el nombre del sustituto de Mora.
Polémico |
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El hoy exministro Mora llegó siendo una de las “dudas” del presidente Alvarado, ya que los gremios le criticaban que no era educador. “Yo no soy maestro, pero sé aprender”, dijo en su primera entrevista como jerarca. El primer escándalo que enfrentó fue decir que era ateo, y en aquel momento aseguró que era importante como parte del ideal de que la ciencia debe ser el eje central de la formación. Luego enfrentó una huelga de tres meses de docentes, donde decidió iniciar el proceso de despido contra maestros que salieron del país durante la protesta, abriendo 232 expedientes. |