Por muchos años, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) sacaba de la Red de Cuido a los niños de familias que habían logrado conseguir un trabajito.
Esto generaba indignación porque el servicio sí se le brindaba a madres o padres que estaban en la casa, sin trabajar, o con bretes esporádicos. Mientras que las familias que conseguían un empleo con un salario regular se quedaban sin el beneficio del cuido bajo el argumento de que sus ingresos eran muy altos.
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Esto ocasionaba que, por ejemplo, una mamá que conseguía un trabajito debía pagar para que le cuidaran a sus hijos o bien rechazar la opción laboral para mantener el beneficio.
Ante esta situación, el ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social, Juan Luis Bermúdez, planteó a la Procuraduría General de la República (PGR) una consulta.
En su respuesta, la PGR dio luz verde para garantizar los beneficios de la Red de Cuido a familias que superaron la línea de pobreza, con el fin de que estas no regresen al estado original como consecuencia de les quitaran las ayudas otorgadas.
Actualmente la línea de pobreza se ubica en ¢112.317 de ingresos mensuales en familias de zonas urbanas y ¢86.353 en familias de zonas rurales, si superan esos números entonces perdían el beneficio, que es precisamente lo que buscan cambiar.
“El IMAS no puede eliminar estos subsidios hasta tanto no exista garantía de que ellos han superado de manera plena y permanente esa condición", subrayó la Procuraduría.
Dos acciones
Así las cosas el IMAS planteó dos propuestas para acompañar a las familias que consiguen un trabajito y no quitarles el beneficio.
1) Un monto mayor. La primera es una directriz mediante la cual, a partir de esta semana, las distintas unidades del IMAS ya no utilizarán solo el monto de línea de pobreza para quitar el servicio sino que ahora le sumarán el costo de los servicios de cuido y del desarrollo infantil que, según sus cálculos, es de ¢131 mil. Eso ampliaría el margen de familias que se puedan beneficiar.
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2) Compartido. La segunda propuesta es el pago compartido, en el que la institución continúa con los servicios de cuido y desarrollo mediante un subsidio del Estado que cubre una parte del costo de atención y el resto es asumido por la familia, una empresa o una municipalidad.
Los detalles de cómo será dicho pago se darán a conocer próximamente ya que esta fórmula está en elaboración.