Monseñor Víctor Manuel Sanabria falleció hace 65 años.
Por eso este jueves, en Oreamuno de Cartago, conmemoraron la fecha con una misa en la que estuvo presente su sobrina Lilia Sanabria, quien se alegró mucho porque aún después de tantos años en Tiquicia se sigue recordando con mucho cariño a su tío.
Doña Lilia lo contó este jueves en la misa solemne que se realizó en la parroquia San Rafael Arcángel, en Oreamuno de Cartago, que fue presidida por monseñor José Francisco Ulloa y que contó con la presencia del kínder, la escuela, colegios, padres de familia y vecinos del cantón brumoso. También estuvo la congregación de las Hermanas de la Santísima Trinidad, que fue fundada por el propio monseñor Sanabria en los años 40 del siglo pasado.
"Cuando él falleció yo era muy pequeña, iba a cumplir tres años. Él me bautizó y me confirmó. Es muy poco lo que recuerdo de él, apenas la silueta. Mi papá me contaba que era una persona muy humilde y sencilla; era un hombre de oración. Mi mamá me decía que pasaba muchas horas orando por toda la población del país que en esas épocas estaban pasando muchas pobrezas. También me contaba que en las rodillas de los pantalones a monseñor se le hacían huecos de tantas horas que pasaba orando.
“Siempre pensó mucho en la pobreza de ese tiempo, en la gente... Amaba su pueblo y su gente. No pensaba en él mismo si no en darles siempre a los demás. Él nació en medio de la pobreza, por eso se identificaba tanto con este tipo de personas.
Monseñor Sanabria nació el 17 de enero de 1898 y falleció el 8 de junio de 1952. Fue doctor en Derecho Canónico, obispo de Alajuela, vicario general de la Curia Metropolitana y arzobispo de San José desde el 7 de marzo de 1940 hasta el día de su muerte.
“La casita donde nació se deterioró mucho con el terremoto de 1910 y tuvieron que botarla, pero estaba ubicada muy cerca del parque de San Rafael. Soy lectora aquí en la capilla que le levantaron a él y asisto todos los sábados. Desde que estaba pequeñita recuerdo que celebran esta fecha y me da mucha alegría saber que el pueblo no se olvida de él." comentó doña Lilia