El sapo de Holdrige, originario de los bosques nubosos del volcán Barva, en Heredia, y conocido como el sordomudo, volvió a ser visto en esa zona y fue sacado de la lista de especies extintas
La especie desapareció entre 1984 y el 2010, año desde el cual los científicos nacionales le empezaron a dar seguimiento hasta que hoy en día, con alrededor de 70 individuos, pudieron anunciar que regresó.
Rónald Mora, de la oficina de Heredia del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), explicó que el animalito no es venenoso, que mide entre 4 y 5 centímetros en su estado adulto.
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"Se sabe que es sordo y mudo, no canta para atraer a las hembras. Por eso se le llamaba el sordomudo. Además, son sapos que se entierran bajo tierra y salen en algunas épocas para reproducirse", explicó Mora.
Esta especie fue muy abundante en El Alto de El Roble en los años 70, pero sufrió un dramático declive y fue observada por última vez en 1984.
Del Incilius holdridgei (nombre científico) se conoce realmente poco. Se reproduce en pozas temporales unas pocas semanas al año y luego se cree que vive bajo tierra.
Hay dos sitios puntuales donde han sido observados y son monitoreados con cámaras.
Las faldas del volcán Barva es un área altamente afectada por la disminución de poblaciones de anfibios. En el cerro Chompipe hay 18 especies de ranas reportadas; sin embargo, en un reciente estudio solo siete fueron encontradas.
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Afortunadamente, al inicio del siglo 21 ha habido una reaparición en otras especies que se pensaba habían desaparecido para siempre. Tal es el caso reciente de la rana vientre rojo (Craugastor escoces) en el Parque Nacional del Agua.