Si usted tiene una empresita propia y no sabe si tiene que comenzar a usar la factura electrónica, tranquilo que aquí le contamos cómo está la cosa.
Resulta que a partir del 2018 este tipo de factura tomará mayor fuerza en el país, de hecho, hay comercios que deben empezar a usarlas en enero.
Los que deberían estar preocupados, o más bien ocupados con este tema, son los que trabajan en el área de salud, ya que a partir del 15 de enero comenzarán con esto.
De ahí brinca al 1 de febrero, cuando la factura electrónica será obligatoria para los que trabajan en áreas de contabilidad, financieras y administrativas.
Luego le tocará al sector legal, a partir del 1 de marzo. Para el 2 de abril le llega el turno a los ingenieros, arquitectos e informáticos. Del 1 de mayo en adelante otros servicios.
El Ministerio de Hacienda va a ir avisando con tiempo cuáles profesiones se van a ir sumando a la implementación, pero no estaría de más que, si usted cobra por algún servicio, se vaya empapándose acerca del tema para que no lo agarre desprevenido cuando le toque.
La factura electrónica es un comprobante electrónico generado cuando se realiza la venta de bienes o servicios. Ese comprobante le llega al consumidor también por la vía electrónica.
El sistema tiene varias ventajas, especialmente que suministra a Tributación la información real del monto de la venta o servicio (lo cual es importante para el cálculo del impuesto sobre la renta) y que se elimina el gasto de papel por la impresión del comprobante de pago.
La factura electrónica se ha pretendido poner en vigencia desde el primer semestre del 2014, pero ha tenido tropiezos, entre ellos, escoger quién desarrollaría el sistema.
Actualmente cerca de 600 empresas (la mayoría grandes compañías) ya están utilizando este instrumento.
Los especialistas en este tema han insistido en que este nuevo tipo de factura es una excelente oportunidad para reducir costos y mejorar la eficiencia de las operaciones, más allá de cumplir la nueva regulación.