Probablemente su concepto de heterosexual es el que la mayoría tenemos, son las personas que se sienten atraidos física o afectivamente por el sexo opuesto. Hombres que le gustan las mujeres y mujeres que le gustan los hombres.
Y sí, esto es correcto, pero el sexólogo Mauro Fernández, nos explica que la cosa se puede complicar un poco más.
“Alfred Kinsey, conocido como el padre de la sexualidad humana desde 1940 se dio cuenta que la heterosexualidad podía clasificarse en tres tipos: los exclusivamente heteroxesuales que son aquellos que el 100% de las veces se sienten atraidos por el sexo complementario; los básicamente heterosexuales que son quienes la mayoría de las veces les gusta el sexo opuesto, pero de vez en cuando les ha gustado el mismo sexo y los preferentemente heterosexuales que el 60% de las veces les gustan los del sexo opuesto, pero un 40% de las veces también les atrae el mismo sexo”, explicó el sexólogo.
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También hay otras subcategorías que son el heterosexual no practicante, que es quien le gustan las personas del sexo opuesto, pero nunca ha tenido relaciones sexuales, por ejemplo, las maestras de antaño que no se casaban con nadie y morían vírgenes.
El heterosexual practicante abierto, que son los que se casan o tienen una pareja con la cual mantienen relaciones sexuales regulares y son del sexo opuesto.
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Y el menos común de todos es el heterosexual practicante abierto, no practicante a nivel de fantasía que es el hombre o la mujer que mantiene relaciones sexuales con su pareja del sexo contrario, pero fantasea en ocasiones con el mismo sexo, aunque eso no quiere decir que las quiera hacer realidad.