La luz azul es una parte del espectro visible de la luz, que abarca longitudes de onda entre 380 y 500 nanómetros. Es la más energética de la luz visible, se encuentra en la luz solar, en las pantallas LED de los dispositivos electrónicos y en algunas fuentes artificiales.
¿Cómo afecta la luz azul al ojo y al ser humano?
De acuerdo a lo que nos explica el doctor Paul Münkel, la luz azul puede tener efectos positivos y negativos en la salud ocular. Por un lado, ayuda a mantener el ritmo circadiano, que es el ciclo de sueño-vigilia del cuerpo.
Por otro lado, la exposición excesiva a la luz azul puede causar: fatiga ocular, sequedad e irritación de los ojos; dificultad para dormir y puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el sueño.
La exposición a la luz azul a largo plazo puede aumentar el riesgo de Degeneración Macular DMAE, una enfermedad que puede causar pérdida de visión central. Además, puede aumentar el riesgo de formar cataratas, una enfermedad que nubla el cristalino del ojo.
¿Cómo protegernos de la luz azul?
Existen una serie de medidas que podemos tomar para proteger nuestros ojos de la luz azul: reducir el tiempo que pasamos frente a las pantallas de los dispositivos electrónicos, especialmente por la noche y usar filtros de luz azul, ya que están diseñados para reducir la exposición a la luz azul que emiten las pantallas LED.