Un gran ejemplo sin duda dio Adrián Madrigal Delgado, un joven de 37 años, quien la tarde de este lunes se bajó de su bicimoto en medio de un aguacero de Padre y Señor mío para levantar unas bolsas de basura que obstruían la parrilla de una alcantarilla y estaban provocando una laguna en la carretera.
Su gesto no pasó desapercibido por un doctor que pasaba por el Almacén Médico Coopemédicos en Sabana Sur y quien compartió la imagen en su Facebook personal, la cual no tardó en volverse viral.
Los hechos ocurrieron pasadas las cuatro de la tarde, luego del horario de trabajo del joven padre de cinco hijos (3 mujeres y dos varones) de entre 14 y nueve años, mientras se dirigía a hacerle una entrega a un amigo.
Adrián trabaja en la Municipalidad de San José desde hace 14 años. Se desempeña en el departamento de Red Pluvial que se encarga de las tuberías, tragantes, pozos, hundimientos en las aceras y calles.
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Además, como es bien pulseador, al terminar su extenuante jornada laboral continúa trabajando como repartidor de Uber Eats para redondear el salario y poder sacar adelante a su familia.
Sus compañeros de trabajo lo describen como una persona humilde, muy trabajadora, que siempre está con la camiseta puesta para hacer el bien, por eso no se extrañaron cuando vieron la publicación en redes, porque es una persona sumamente servicial.
También aprovecharon para felicitarlo por su ejemplo.
“Me topé que había una gran poza y me pregunté ‘¿cuál será el taco que hay ahí?’, por lo que me acerqué y como ando en bicimoto vi que había unas bolsas jardineras en la parrilla. Me dio miedo que se me mojara la bici y la gente que pasa por la acera que salgan bañados por un carro que vaya a gran velocidad, por lo que las agarré y las puse sobre la acera”, recordó Adrián.
Esa sola acción hizo que el agua que estaba acumulada formando la poza fluyera correctamente en pocos minutos, previniendo hasta algún accidente.
Madrigal explica que no se dio ni cuenta cuando le tomaron las fotos, y agarró su bici y se fue como si nada...
“Era demasiada lluvia, andaba con la capa y estaba estilando por dentro. Pero yo, cuando andamos por cualquier lugar y hay mucha basura, paso recogiendo con una bolsa jardinera que nos dan en el trabajo; aunque casi no trabajo con eso, sino en obra gris”, compartió el empleado municipal.
Motor de vida
Este vecino de San Sebastián pero nacido en Pérez Zeledón, se crió con sus abuelitos Edwin Durán González y Berta Luz Mora Sánchez, quienes no saben ni leer ni escribir “pero me enseñaron que los vicios no deja nada y que siempre hay que hacer el bien sin mirar a quién, como dice el dicho”, explicó.
Adrián Josué, Kate Kristyn, Emmanuel José, Josie Adriana y Grace Noemi son su motor para salir adelante cada día y luchar.
Adrián sabe que hay que prepararse para tener mayores oportunidades, por eso, se encuentra concluyendo su noveno año para poder aplicar a la Fuerza Pública y continuar haciendo lo que más le gusta, ayudar al prójimo.
“Siempre me ha gustado servir y por eso ando conmigo herramientas para ayudar a los que me encuentro botados en carretera, y me preguntan que cuánto me deben y lo que siempre les digo es que sigan la cadena y devuelvan el favor a otra persona que lo necesite (al mejor estilo de la película “Cadena de favores” con Kevin Spacey). Por mínimo que sea lo que uno haga, es lo mejor que uno hace en la vida y marca una diferencia”, recordó el repartidor de comidas.
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Como muestra de lo agradecido que este trabajador es con Dios y con la vida, recordó un comentario que le hizo una muchacha una vez sobre el basurero que había y él de manera respetuosa le dijo que si no hubiese basura, él no tendría trabajo.
“Estoy por mis hijos, tengo que velar por ellos”, puntualizó.