Cuando José Cordero, fotógrafo de La Teja, vio la foto que logró pegar del cabezazo de Kendall Waston en la mejenga ante Honduras y que nos clasificó al Mundial de Rusia, no le quedó de otra que felicitarse a si mismo.
"Cuando la vi me dije: '¡qué buena foto tomaste güevón!', porque es una foto que queda para la historia", recuerda con una sonrisa de oreja a oreja.
Chepe, como le decimos de cariño en el brete, dice que se sintió muy orgulloso por el fotón, pero no solo por todo lo que la compone, sino por lo que significó ese momento que él logró capturar.
"Aunque la foto es buena por ciertos elementos, lo que para mí la hace un fotón es lo que significa esa jugada", añadió.
Cordero se confiesa un apasionado no solo de la fotografía, sino también de los deportes, una combinación que lo convierte en una máquina de fotones en temas deportivos.
Por eso, no fue de extrañar que muchos de sus compañeros supieran que la foto era de él, sin necesidad de ver el crédito de la imagen.
José recordó ese momento como uno de los más bonitos de su carrera como fotógrafo y lo mucho que le costó mantener la calma en un momento tan vibrante como ese.
Porque mientras el país se volvía loco celebrando el gol que nos clasificaba a Rusia, después de tanta tensión, en ese preciso instante de locura es cuando Cordero tuvo que estar más concentrado y quieto que nunca.
Lo más que alcanzó a hacer el fotógrafo fue a soltar un grito de gol mientras disparaba con su Canon.
"Ya uno más o menos ve cómo va a ser la jugada. Uno tiene la cámara en ráfaga y deja el dedo pegado, si es gol lo deja para la celebración hasta donde aguante la tarjeta y sino nada más lo suelta", explica el experto quien ingresó a Grupo Nación como colaborador en 2013 y fue contratado un año más tarde.
Con mucha razón, José guardó la portada del periódico donde venía la foto que, para él, es una de las mejores de su carrera y lo seguirá siendo por lo que significó ese momento no solo para él, sino para usted, para mi, para todo el país.