María Mercado Velásquez es una nicaragüense que llegó a Costa Rica en el 2018 sin haber trabajado nunca en su vida. Por estos días está más que realizada porque emprende desde hace varios años y, hace pocos meses, abrió una sodita que mezcla lo mejor de la cuchara nicaragüense y de la costarricense.
Esta pulseadora se unió con un tico, Franco Alfaro Matarrita, para abrir, hace dos meses, la sodita “Status Coffee”, ubicada 200 metros al sur de la Embajada Americana en Pavas. Franco se encarga de todo lo administrativo y la nacida en Masaya, del municipio La Concepción, en Nicaragua, es la encargada de la cocina.
El emprendimiento nació en medio de una conversación entre los dos, quienes, la verdad, no lo pensaron mucho para tirarse al agua y pulsearla bonito, ya que María tiene una excelente mano y todo lo que prepara le queda delicioso.
“Un día conversando le dije que en algún momento me gustaría poner una sodita con un lindo estilo de cafetería. Siento que fue en medio de una conversación loca, pero hace unos 4 meses él me dijo que íbamos para adelante con ese sueño que yo tenía y así nació ‘Status Coffee’.
“Desde que comenzamos a darle forma al sueño siempre hablamos de mezclar lo mejor de la cocina nicaragüense con lo mejor de la cocina costarricense. Que la gente pudiera encontrar un buen gallopinto, un picadillo de chayote; además, un buen nacatamal o una buena tajada”, explica María.
La emprendedora llegó a Costa Rica en el 2018 cuando tenía 38 años de edad. Tuvo que empacar cuatro cositas y salir en pura carrera porque la dictadura de Daniel Ortega la puso en la lista negra, en la que i a las personas que urge capturar o hasta matar.
Llegó con dos hijos sin haber estado en Costa Rica nunca antes, por eso le tocó arrancar de cero y comenzar a trabajar para generar dinero. En Nicaragua nunca trabajó y mucho menos tuvo un negocio propio.
“Emprender aquí en Costa Rica me costó mucho. Por más que uno no quiera admitirlo siempre hay algunos restos de xenofobia contra los nicaragüenses y al emprender aumentan las trabas. Duré cinco años y medio para poder tener el estatus de refugiada.
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“Al no tener un documento oficial que me respaldara como solicitante de refugio, todas las puertas se cierran automáticamente. El pasado 8 de febrero me reconocieron como refugiada y el documento me lo dieron la semana pasada”, explicó.
Buena mezcla
Aseguran María y Franco, que a la hora de pensar en la sodita se decidieron por lograr un lugar totalmente inclusivo, el cual no fuese solo de comida nicaragüense o solo de cuchara costarricense.
“Buscamos diferenciarnos de otras sodas al tener variedad de la cocina de ambos países, es por eso que los clientes pueden pedir desde un nacatamal hasta una olla de carne. Eso ha gustado mucho.
“Cuando nosotros ofrecimos por primera vez tajadas con queso, fue muy bien aceptado y eso que no lo teníamos en el menú. Son tajadas de plátano verde con queso frito encima, ensalada y chile; es muy típico de Nicaragua y como hay clientes nicaragüenses que tienen años aquí, pegó muy bien”, explica María, quien también recordó que cuando vendieron quesillo (tortilla palmeada con queso, cebolla y natilla), muchos se pusieron contentos porque tenían rato de no comer.
Los casados tradicionales de Tiquicia son preparados por María, pero buscan siempre algo que los diferencie, como hacer un casado con chuleta ahumada, pescado, canelones. La carne siempre la cocinan al mismo instante en que se pide para que esté todo bien fresquito.
Amor, fervor y devoción
Para que un plato de comida quede bien sabroso, María nos asegura que lo primero que debe tener es muchos kilos de amor, después olores bien naturales para usar muy poquito condimento. “Una tía mía dice que a la comida hay que ponerle amor, fervor y devoción, eso exactamente es lo que le ponemos”, comenta.
La emprendedora es integrante de la Red de Mujeres Pinoleras (Remupi), que es “un grupo de mujeres nacidas en Nicaragua que por problemas políticos en su país lo tuvieron que abandonar.
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“La misión de Remupi es ser una red capaz de orientar y acompañar a mujeres, generando y fortaleciendo sus capacidades y habilidades, para que puedan sostenerse a nivel emocional y económico como estrategia de resistencia en el exilio”, explica la Remupi.
El negocito también tiene una opción de catering service. Si quiere probar verdadera comida nicaragüense y tica, puede llamarlos a los teléfonos: 7124-1517 y 7270-0719.