“Los comerciantes estamos felices con la ampliación, esperamos que no se atrase para que no se nos vaya la gente para otro lado”.

Con esa frase don Manuel Escobar Cascante, vendedor de los famosos churchills en el Paseo de los Turistas, resume el sentir de los puntarenenses por la ampliación de La Angostura de Puntarenas, la cuál comenzó este sábado.

Pero las buenas noticias para la Perla del Pacífico no terminan. Hay otra gran y nostálgica obra que ya está en marcha en Caldera, hablamos del puente peatonal de Mata de Limón, que durante muchos años fue un fuerte atractivo turístico.

Mientras la Angostura ya estará más gordita el otro febrero, el del 2022, el hermoso puente en Mata de Limón, ideal para románticos paseos al atardecer, se podrá estrenar en noviembre de este año.

Dos grandes obras que inyectan de optimismo los porteños, y que ya están caminando.

Embudo caliente. Por más motivados que vayamos a Puntarenas, entrar o salir por la Angostura en un día de concierto, actividad playera, o fin de semana largo, es un calvario. Dios guarde una emergencia porque se muere el paciente en el intento.

Por eso los representantes de la Cámara de Turismo de Puntarenas brincan de la contentera.

“No solamente por un tema turístico sino que es una necesidad que tenemos los porteños porque hay más vehículos en la calle y ya se notan las presas para salir o entrar a Puntarenas sin necesidad de que haya una actividad turística o evento”, dijo Maribel Brenes, secretaria de la Junta Directiva de la Cámara de Turismo de Puntarenas.

Las obras estarían terminadas para dentro de un año, febrero del 2022, es decir, para los próximos carnavales del Puerto.

Además de ir a darse la vuelta en un solo día para comerse un delicioso vigorón o un sabroso churchill, podría aprovechar y quedarse para ir a isla San Lucas y regresar al día siguiente.

“Esperamos que una vez que se pueda manejar el tema de la pandemia podamos otra vez tener la visita de los cruceros y desarrollar un city tour para que la gran mayoría de pasajeros pueda quedarse en Puntarenas y disfrutar de las atracciones que tenemos”, comentó Brenes muy optimista.

Regreso al viejo amor

Si usted ya peina algunas canas es muy probable que de chiquillo sus papás lo hayan llevado al Puerto en tren, lo que era toda una tradición.

Uno que vivió esas épocas doradas es el actual ministro de Turismo, Gustavo Segura, quien atesora en su corazón esos recuerdos de carajillo.

“Puntarenas tiene una cultura muy auténtica y una presencia muy importante de esa tradición histórica en la mente del costarricense. Recuerdo de chiquillo que me llevaban en tren a Puntarenas y sé que especialmente para los de la Gran Área Metropolitana, estas son obras que le facilitan un regreso al viejo amor, regresar al Puerto a recordar esas anécdotas tan lindas de nuestra infancia”, explicó Segura.

Para el ministro, las obras en La Angostura tienen gran importancia para el turismo del cantón central de Puntarenas, pues facilitarán el flujo vehicular y reducirá los tiempos de transporte, lo que a su vez permite más tiempo para el disfrute de los visitantes, que se traduce en un alivio para los comerciantes locales, a quienes les urge tanto la reactivación económica.

“Es un paseo hermoso, que ojalá se extienda por varios días, pero incluso si se va solo por el sábado o el domingo, disfrutará de las bellezas que tiene Puntarenas y no olvidar el recién creado Parque Nacional Isla San Lucas, que cuenta con un gran valor histórico, natural, cultural y arquitectónico”, recordó el jerarca del ICT.

Gran impulso

El alcalde puntarenense, Wilber Madriz, está como hormiga en popi porque las obras son un gran impulso al golpeado turismo.

“Nos ayudará a quitar el cuello de botella que tenemos en las horas pico y a fortalecer el turismo de la zona porque la gente tendrá más puntos desde donde ver las bellezas escénicas que tenemos”, agregó el alcalde.

Como parte de las obras que se construirán en La Angostura, además de los dos carriles por sentido, están una ciclovía para que quienes se movilizan en bici puedan hacerlo de forma segura, además habrá una acera para peatones.

También se contará con retiros en la carretera, que son espacios para que los visitantes puedan parquear el carro y disfrutar del atardecer.

“La idea es que Puntarenas se convierta al turismo no solo desde el muelle hacia la punta, sino que empiece desde Barranca. Que los cuatro distritos urbanos se conviertan en distritos turísticos, que no me cabe duda que va a haber un buen auge, desde la parte del mar como la que va al estero”, dijo Madriz.

El alcalde espera que una vez que se vaya viendo el avance de las obras, los inversionistas se convencerán de que pronto será una realidad y se animen a desarrollar proyectos para atraer más turistas.

“La ampliación de La Angostura es como un hijo de los trabajos en la ruta ruta Limonal - Barranca y esas obras tan importantes traen también trabajo por algunos meses mientras se construyen”, dijo Madriz.

Nostalgia en Mata de Limón. Otra gran obra que ya se realiza en Caldera es el puente peatonal de Mata de Limón, que durante muchos años fue un gran atractivo pero desde hace unos 12 años quedó en abandono.

Don Douglas Arce, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral de Mata de Limón, es uno de los que luchó porque se rescatara y hoy está feliz porque este año estrenarán puente.

A mediados de 1968, cuando se inauguró el ferrocarril a Puntarenas, se construyó el puente que muchos de los que viajaban a veranear a Mata de Limón conocieron y aprovechaban para recorrerlo.

Esa añoranza es la que revivirán los vecinos de Mata de Limón, lo que permitirá reactivar la economía local.

“En el 2010 iniciaron con el camino por ver el sueño hecho realidad y ya está a algunos meses de lograrse (noviembre)”, explicó Arce.

El nuevo puente será de 260 metros de largo, con 4,20 metros de ancho. Rampas de acceso para personas con discapacidad y según los diseños será muy chuzo. La inversión es de ¢3.181 millones aportados por el Incoop mediante un fideicomiso del ICT y el Banco Nacional.

La obra contará con iluminación, internet inalámbrico y cámaras de vigilancia, para poder organizar conciertos y ferias de pulseadores.

Don Douglas contó que la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), que posee un terreno en el lugar, les donó una parte para hacer la nueva obra.

En ANDE lo ven como una inversión porque con el desarrollo turístico recobrará valor la propiedad que poseen y planean reparar las cabinas que están abandonadas y reconstruir el salón de eventos destruido con el terremoto de Nicoya, en el 2012.

También hay otros empresarios que ya han comprado otros dos terrenos a la par del puente, debido al potencial turístico.

Una vez concluido el puente, también les reducirá el riesgo y el tiempo a los estudiantes de la escuela que ahora deben dar un vueltón por la pista para llegar a las aulas, mientras que con el puente, el centro educativo les queda a 500 metros.