Sin duda ya quedan pocos como Adrián Madrigal Delgado, el joven trabajador municipal al que lo mueve la pasión por servir a los demás y que lo demostró este lunes, cuando en medio de un intenso aguacero sacó unos minutos para detenerse y levantar unas bolsas de basura que obstruían la alcantarilla, para permitir que se fuera el agua que ya hacía una poza en la calle.
La psicóloga Gabriela Piedra explica que hay que reforzar ese tipo de acciones y hacer como una cadena para que se contagie a los demás.
“Pese a que hemos perdido bastantes de esas actitudes, todavía los ticos somos un poco hermanados, con temores, desconfianza y resistencia, pero aún tenemos ese impulso en pequeños detalles como que alguien le ayude a jalar la bolsa del súper o le abra la puerta; que nos permiten darnos cuenta que todavía tenemos eso en nuestras entrañas y lo podemos rescatar”, comentó la experta.
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Incluso, considera que eso se vio mucho cuando estuvimos confinamiento, al principio de la pandemia, que nos hermanamos y nos volvimos a sentir unidos, pero cree que lo estamos volviendo a perder.
“El deterioro de la sociedad ha hecho que este tipo de actos desaparezcan, casi nadie es ya solidario o se involucra en cosas por temor a su propia vida, porque muchas veces pueden ser trampas para que se detenga en carretera y asaltarlo”, explicó la psicóloga Gabriela Piedra.
Añadió que no podemos decir que somos malas personas por temer, sino que las mismas condiciones sociales nos hacen cambiar.
“También, ahora estamos como más despersonalizados, las casas son casi que dormitorios, y no tienen el espacio de reconocer a los vecinos y a la comunidad como tal, lo que hace que no nos involucremos porque como que piensan que el problema no es con ellos”, explicó la especialista.