Todos los días los pitazos, los gritos y las amenazas son comunes entre los choferes que viajan por las calles del país.
Sobre eso, la psicóloga Elena Alvarado, asegura que en gran parte se debe a que muchos ticos son imprudentes al volante.
La especialista dice que es muy común que las personas salgan de sus casas en la mañana presionados para llegar a tiempo a sus trabajos, o en las tardes salgan de los trabajos cansados y con ganas de llegar a sus hogares, pero siempre llenos de estrés.
“Para nadie es un secreto que conducir en Costa Rica es complicado, las presas siempre están presentes y eso hace que el estrés de las personas aumente. Todo esto puede llegar a causar violencia, pero es un proceso que va subiendo, es algo gradual”, explicó Alvarado.
“La misma persona que explota en la calle al gritar o pegarle a alguien es la que un partido va a golpear a un adversario, o si tiene un problema en la casa va a hacer un berrinche y tirar las cosas en el hogar”, agregó.
La experta dice que por más difícil que parezca, lo mejor que usted puede hacer cuando se topa un malcriado en la calle es ignorarlo.
“Estudios internacionales han demostrado que el ser cortés y educado en las carreteras evita muchísimos accidentes de tránsito. Las campañas que hacen aquí en el país sobre darle campo a la cortesía, por ejemplo, no son casualidad, todo tiene un argumento ya probado.
“Es mil veces mejor que si cuando vamos manejando se nos atraviesa un carro, le demos campo porque si nos ponemos a pelear podemos ocasionar un conflicto, si la otra persona quiere pasar, que pase y ya”, argumentó.
Alvarado dice que cuando un chofer se pone espeso, lo mejor es desviar la atención para no ser el “basurero” de nadie.
“Lo mejor es prender el radio para que se nos baje la chicha e ignorar a la gente que quiere usarnos para liberar su estrés, siempre que podamos evitar un conflicto es mejor hacerlo, mantener la paz siempre es lo más sano”, expresó Alvarado.
Fases de la violencia en carretera
- En la primera fase el chofer se molesta por alguna acción y empieza a ridiculizar al otro conductor por medio de gestos y señales.
- En la segunda se incrementa el acoso del conductor y empiezan los insultos verbales y los gritos de un carro a otro.
- En la tercera el chofer que armó la discusión empieza a provocar al otro conductor. Empieza a tirarle el carro, a frenar de pronto y acciones que inciten claramente a la violencia.
- En la cuarta desaparece por completo la autocontención por parte del conductor violento y éste empieza a agredir al otro sin medir sus acciones o las consecuencias de estas.