EscucharDon Guillermo Cordero nunca olvidará este domingo 20 de mayo, ya que recibió dos grandes alegrías casi que al mismo tiempo.
Este suertudo, quien vive barrio La Cruz en San José, se pegó 500 mil colones con nuestro código de la suerte y celebró el título 34 con su amado Deportivo Saprissa. así que tuvo un domingo perfecto.
El segundo partido de la gran final entre morados y heredianos arrancó a las cuatro de la tarde y don Guillermo nos comentó que al finalizar el primer tiempo estaba algo estresado por lo que pasaba en la cancha, pero confiaba que su equipo tendría un mejor segundo tiempo, así que se alistó para celebrar.
Recién comenzado el segundo tiempo le llegó un adelanto de lo que sería un domingo inolvidable, ya que lo llamamos para confirmarle que había sido favorecido con nuestro código de la suerte que le regaló ¢250 mil en una tarjeta de regalo y ¢250 mil en una orden de compra en Ópticas Münkel.
Después de la tanda de penales, casi una hora después de nuestra llamada, don Guillermo volvió a pegar brincos porque el Saprissa de sus amores lo había hecho campeón. Este josefino nació en 1963, así que solamente no vivió tres títulos morados, de los 34 que ha ganado.
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“La suerte me llegó por partida doble, fue un domingo de puras alegrías. Cuando uno activa el código de la suerte siempre apunta a pegarse el Dominazo porque es el que más platica tiene, en verdad que eso me hace muy feliz… y ni que se diga mi equipo, me encantó dejar callado a Jafet Soto porque habló mucha paja”, comentó el ganador.
Con el premiezote del domingazo está más que feliz porque le ayudará por todos lados, porque conla tarjeta de regalo comprará comida, ropita y zapatos para él y la esposita; con el premio de Ópticas Münkel irá a hacerse unos anteojos porque tiene semanas de estar esperando la oportunidad de ir por unos nuevos.
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“Lógicamente voy a seguir activando para pegar por tercera ocasión. Desde que salió La Teja me encanta leerla todos los días y activo sin fallar. Estoy muy agradecido porque además de pasarla bien leyendo el periódico, me he podido hacer de cositas con la plata que me he pegado, esas salvadas no las pega nadie, porque en estos tiempos nadie regala nada, solo La Teja”, concluyó don Guillermo.
