Personal de la municipalidad de Alajuelita, con ayuda de la Fuerza Pública, destruyeron la mañana de este martes cinco ranchos de precaristas que fueron desalojados del terreno ubicado contiguo al Triángulo de la Solidaridad, en Goicoechea, y que intentaron instalarse en ese cantón.

La acción se llevó a cabo de forma pacífica en el sector conocido como Monte Alto, en Concepción Abajo, en el precario La Chanchera.

En algunos casos, las familias ocupantes no estaban presentes y en otros no opusieron resistencia. La Teja intentó conversar con dos de los afectados, pero no quisieron hablar.

Un total de 206 familias fueron desalojadas el lunes de un terreno localizado contiguo al Triángulo de la Solidaridad, perteneciente a la familia Lobo, tras un fallo de la Sala Cuarta y la presión de los dueños de la propiedad.

A las familias ocupantes que cumplían con los requisitos se les brindó ayuda para alquilar una casa y aligerar el papeleo para acceder a un bono de vivienda, a los que no, tuvieron que buscar dónde ir.

Alerta roja

Según explicó Modesto Alpízar, alcalde de Alajuelita, vecinos alertaron la madrugada del martes que varios camiones ingresaron a La Chanchera con familias que tenían la intención de instalarse.

Durante ese día, personal del gobierno local visitó la zona y confirmó las denuncias. Basado en la Ley de Construcciones, las municipalidades tienen la potestad de derribar los ranchos en proceso de construcción en los primeros tres días del proceso de levantamiento y además, se puede derribar los que están desocupados.

“Esas dos propiedades son privadas, eso nos ha dificultado el trabajo, ya que si fueran tierras estatales sería más sencillo, pero este miércoles nos hicimos presentes con asistencia de los dueños, quienes aportaron maquinaria y algunos peones para detener el proceso de instalación”, explicó el alcalde.

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Alpízar aseguró que están en alerta roja en el cantón, por lo que le pide a los vecinos denunciar al 911 o al teléfono 2254-6002 ext 254 cuando vean la posible creación de ranchos .

Cuando se les notificó a las familias que serían desalojadas, solo una se fue por su cuenta y el resto de construcciones apenas se estaban levantando.

Alpízar indicó que el desalojo del resto del precario La Chanchera (unas 150 familias), está en proceso en Casa Presidencial, ya que continuamente se reportan riñas y casos de violencia doméstica.

Personas que llevan varios años viviendo ahí, sí hablaron.

“Siempre se ha sabido que cuando uno invade algo está en riesgo de desalojo, yo soy tico y lo sé, pero uno lo hace por necesidad. No hay trabajo, y si no tenemos dónde vivir, podemos ocupar un terreno que nadie está utilizando. Aquí tenemos un techito donde no nos mojamos ni nos asoleamos”, indicó Minor Fuentes, quien trabaja en construcción.

“Que se sienta dichoso el que tiene su casa, el que tiene agua. Nosotros usamos el agua de una naciente, es puro olor. Si el gobierno nos saca de acá tiene que reubicarnos”, aseguró Angie Rodríguez, quien es extranjera con 38 años de vivir en el país.

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¿Por qué la municipalidad puede derribar los ranchos nuevos y los viejos no?

Según explicó Alpízar, La Chanchera “es una invasión de varios años atrás, la gente tiene algunos derechos adquiridos, Costa Rica es así, hasta en lo ilegal se adquieren derechos, pero así es nuestra legislación; sin embargo el proceso de desalojo lo lleva a cabo Casa Presidencial o los dueños del terreno por la vía judicial. Nosotros como municipalidad tenemos tres días a partir del momento en que se identifica la construcción de un rancho para actuar, de ahí en adelante se nos complica”, aseguró.

En Alajuelita hay tres precarios consolidados, Los Pinos, Jazmín y La Chanchera.