¡Qué bronca se armó en Argentina! El presidente del país, Javier Milei, está metido en tremendo problemón por andar recomendando una criptomoneda llamada $Libra, que resultó ser más falsa que billete de tres colones.
Ahora, más de 40.000 argentinos están llorando por la plata que perdieron, y el país entero está como agua para chocolate.
Este cuento parece que es de terror. Todo comenzó cuando Milei, con su hablada de siempre, se puso a promocionar en sus redes sociales la dichosa $Libra.
“¡La Argentina Liberal crece! Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina. $Libra”, posteó Milei en la red social X (antes Twitter).
En cuestión de horas, el valor de la criptomoneda se fue para arriba como cohete. Pero, ¡zas!, de un momento a otro, se desplomó más rápido que un aguacero de mayo.
Resulta que los peces gordos detrás de $Libra aprovecharon el subidón para vender todo y dejar a los pequeños inversionistas viendo pa’l ciprés.
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Un clásico “rug pull”, como dicen los expertos en finanzas, significa que los de arriba se llenan los bolsillos y los de abajo se quedan con una mano adelante y otra atrás.
Milei se quita
Cuando el agua llegó al cuello, Milei borró la publicación, supuestamente apoyando $Libra y posteó lo siguiente: “Hace unas horas publiqué un tuit, como tantas otras infinitas veces lo he hecho, sobre iniciativas privadas que buscan aportar al desarrollo de nuestro país. No tengo ninguna relación con la empresa creadora de esta criptomoneda ni he recibido beneficio alguno”.
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Pero, como dice el dicho, “entre cielo y tierra no hay nada oculto”. Varios supuestos compas cercanos al presidente resultaron estar metidos hasta el cuello.
Incluso, uno de los cerebros detrás de la estafa, el gringo Hayden Mark Davis, tuvo la cara de barro de decir que todo fue un “experimento”. ¡Vaya experimento que dejó a miles sin un cinco!
Mientras los de arriba se hacen los locos, el pueblo argentino es el que está sufriendo las consecuencias, porque tras el posteo con el supuesto apoyo de Milei, $Libra pasó de valer menos de un centavo de dólar a casi 5 dólares por unidad.
Ejemplos que se publicaron en la prensa argentina son los de doña Marta, que invirtió los ahorros de toda su vida, don José, que vendió su carrito para meterle a $Libra, y así miles de historias de gente que creyó en las promesas de Milei y ahora no tienen ni para el bus.
La indignación está en las nubes. Las redes sociales están llenas de mensajes de rabia y desconsuelo. Y no es para menos. En un país donde la economía ya estaba cojeando, este golpe ha sido como una patada en el estómago para muchos.
¿Y ahora qué?
La oposición no ha perdido tiempo y ya presentó denuncias penales contra Milei por estafa y otros delitos. Incluso, se habla de un posible juicio político. Pero, seamos sinceros, en el mundo de la política, las aguas se calman rápido, y no siempre los responsables pagan por sus metidas de pata.
Mientras tanto, la Cámara Argentina Fintech ha salido a decir que es importante usar plataformas confiables y que se deben implementar políticas para proteger a los usuarios. ¡Ahora vienen con eso! Después de que el daño está hecho.
Lección para todos
Este chasco deja varias enseñanzas. Primero, no todo lo que brilla es oro. Las inversiones milagrosas rara vez son reales. Segundo, hay que tener más cuidado a quién se le cree, aunque sea el presidente.
Y tercero, es urgente que se regulen este tipo de actividades para evitar que más gente siga cayendo en estafas disfrazadas de oportunidades.
Argentina está viviendo una novela que ni los mexicanos se atreven a producir. Un presidente enredado en una estafa, miles de ciudadanos en la calle y una economía que sigue en picada. Ojalá que de todo este enredo salga algo bueno y que, al menos, se haga justicia para los afectados.
Los ticos debemos echar para nuestro saco. Esta nota contó con la colaboración de Inteligencia Artificial, revisada por periodistas y editores humanos.