El vestidito que protegerá durante un año a la Virgen de Los Ángeles, patrona de Costa Rica, fue hecho por manos puntarenenses y se sabrá cuál será hasta el próximo primero de agosto.

Por el momento hay cinco vestiditos finalistas y todos los hicieron en la diócesis de Puntarenas que para este 2023 fue la que seleccionaron las autoridades de Cartago debido a que está cumpliendo 25 años de fundada.

El próximo primero de agosto a las 10 de la mañana en la provincia brumosa, como ya es tradición, será la querida misa de la vestición de la imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles y será presidida por monseñor Óscar Fernández Guillén, obispo de Puntarenas.

La diócesis porteña hizo una gran convocatoria a todos los feligreses de la provincia para que hasta el pasado 15 de julio enviaran sus propuestas de vestiditos. Todos los que llegaron se fueron directo al Santuario Nacional de Nuestra Señora de Los Ángeles en Cartago y fue ahí donde seleccionaron los 5 finalistas.

Doña Sonia Rodríguez, vecina de Cóbano de Puntarenas, fue una de las que se animó a hacerle un trajecito a La Negrita, ella nos contó que se siente demasiado feliz y honrada de hacerle ropita a la Virgencita, algo que jamás le pasó por la mente.

“Me inspiré en el mar y el sol puntarenenses. Se le colocó el escudo de la diócesis por su 25 aniversario y al frente le bordé, con la técnica calado a mano, estrellitas para representar a los fieles de toda la diócesis que le dan luz y alegría a la iglesia y le dan un sí a la Virgencita”, nos explica doña Sonia, quien tiene 58 años.

Le encantó la experiencia de hacer el vestidito porque la llenó demasiado de Dios, sobre todo ella que es sobreviviente de cáncer de seno.

“En verdad le digo que no es importante el vestidito que elijan, ya yo me siento más que bendecida por dedicarle a la Negrita un tiempo lleno de amor y fe. Fue un vestidito hecho con gozo en el corazón”, agregó esta madre de cinco hijos y que asiste todos los domingos a la misa de la parroquia Inmaculada Concepción de Cóbano.

Tremendo honor

Otra puntarenense que hizo un vestidito fue doña Pamela Arce Trejos, ella es del barrio Los Ángeles de Parrita y fue en la parroquia San José de Parrita que se enteró que toda persona de la diócesis que se animara podía enviar su vestido.

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“Tengo un pequeño taller de costura y cuando me enteré que se podía participar ni lo pensé. Es un honor para mí hacerle ropita a la Virgencita. Desde que comencé a hacer el vestidito ya me sentí ganadora.

“En verdad que una no hace el vestido para ganar, lo hace por amor a la Virgencita. Poder ser parte de algo tan importante para nosotros los ticos católicos me llena mucho el corazón. Todo el proceso de hacer el vestido fue una experiencia lindísima que lo conecta a uno directamente con nuestra madre santísima”, aseguró.

Doña Pamela es una tremenda agradecida con Dios y con la Negrita porque hace cuatro años ella no sabía que tenía el don de la costura y fue su esposo, don Alex Castillo, quien la animó al ver las bellezas de ropa que les hace a sus hijos (Kisha y Érick), también a Marcos Samuel, el nietico que tiene un añito.

“Mi vestido lleva el logo de la diócesis bordado y atrás le puse la fecha 19 de mayo del 2023. Esa es una fecha superimportante para Puntarenas porque ese día se abrió la puerta santa de nuestra parroquia”, comentó doña Pamela.

Protectora tradición

El objetivo de vestir a la Negrita es para protegerla del manto metálico que la cubre.

La vestición es una tradición que arrancó aproximadamente en 1950, según investigó Carlos Alberto Oreamuno Toledo, investigador e historiador del culto de amor y veneración a Nuestra Señora de los Ángeles.

“Esta práctica se inicia después del robo (13 de mayo de 1950), ya que, al hacerle los nuevos atuendos y vestimenta preciosa, temían que el manto que la cubre del metal puede rayar o maltratar la imagen sacrosanta y se decide hacerle lo que se le llama: combinaciones para protegerla.

“Posteriormente se le empieza a confeccionar un vestido y las autoridades de la iglesia de la basílica les encargaban esta tarea a las religiosas belemitas del Sagrado Corazón de Jesús y tiempo después lo hacía la señora Noemi Solano de Mata (quien ya falleció) y la señora Carmen Brenes”, explica el investigador.

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Hasta antes de 1970, explica Oreamuno, la vestición era hecha en privado por las autoridades la basílica. A finales de los setentas y principios de los ochentas se comienza a hacer la vestición públicamente en la basílica.

A partir de 1996, ya construida la plaza del Santuario se comenzó a hacer la ceremonia del cambio de vestido y la bendición de la imagen en el templete de la plaza en donde se hizo hasta 2020 por culpa del covid-19. El año pasado volvió a hacer como siempre.