Cada seis de enero, la comunidad católica celebra una de las fiestas más importantes: la llegada de los Reyes Magos, una de las epifanías del Señor.
La palabra epifanía proviene del griego “epiphaneia”, que significa manifestación, aparición o revelación.
En este contexto, la historia de los Reyes Magos representa una epifanía, es decir, la revelación de una condición divina ante los ojos de los mortales.
El sitio catolico escatolic.net dice que la Epifanía del Señor es una celebración cristiana que conmemora la manifestación de Jesucristo al mundo, particularmente a través de la visita de los Reyes Magos.
Esta festividad se celebra el 6 de enero, y es el día en el que se recuerda la adoración que los Reyes Magos le ofrecieron al niño Jesús, simbolizando el reconocimiento de Jesucristo como el rey y salvador de la humanidad, de acuerdo con la fe cristiana.
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“La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar (Mateo 2 1-12)”, de acuerdo con el sacerdote colombiano Jorge Bustamante.
En Occidente se adoptó esta celebración en el siglo IV y es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, incluso más que la Navidad.
El Día de los Reyes Magos, que coincide con la Epifanía del Señor, es una festividad en la que se recuerda la visita que los magos le hicieron a Jesús, trayendo regalos de oro, incienso y mirra.
Esta celebración es una oportunidad para hacer regalos a los niños de la familia, y es una tradición que se ha mantenido a lo largo del tiempo, especialmente en países de tradición católica.