Raquel Vargas sufrió uno de los golpes más duros de su vida en 2010: la muerte de su hija Camila, una bebita que tenía dos meses y medio de nacida.
En el proceso de duelo, esta relacionista pública y vecina de Tibás, se refugió en la escritura, pues creía que nadie entendía por lo que estaba pasando.
En el 2017 perdió a una tía, quien era como una mamá, y años después, con la llegada de la pandemia, su abuelita murió a cauda del coronavirus y esa enfermedad casi se lleva a su mamita. Ahí fue donde decidió darle forma a sus escritos y lanzar un libro para aquellas personas que, al igual que ella, vieron partir a un ser querido.
“¿Por qué a mí?”, es el título de la obra de 163 páginas, en las que Vargas le da vida a una serie de emociones y pensamientos que han surgido desde el fallecimiento de Camila y sus demás familiares.
LEA MÁS: Canadiense que perdió a la mamá por covid-19 recargó baterías en Costa Rica gracias a premio (video)
“Con la muerte de mi tía Jovita conocí a muchas personas a las que se le morían los hijos. Asisto a la iglesia Oasis, en Moravia, y había un sicólogo, al que le pedí que me ayudara a abrir un grupo de duelo.
“El grupo se llama Hope (Esperanza) y ahí le empecé a dar más forma al libro, me sentaba a escuchar a las personas y es que esto le pasa a cualquiera, la muerte no distingue nada, ni clase social, a cualquiera le puede pasar”, manifestó.
Raquel considera que con el libro ella busca “ayudarse a ayudar”.
“En el 2020 llegó la pandemia, tenía bastante avanzado el libro y en eso se muere mi abuela Heriberta de covid, mi mamá Dinorah casi se va con ella porque la cuidó y me dolió mucho ver a mi mamá sufrir porque no se pudo despedir de mi abuela (no pudo ir al funeral).
“Yo tuve un cierre con mi hija, pero el covid ha sido muy complejo porque no se puede dar el cierre correcto, la gente no se puede despedir de sus familiares y eso me inspiró para terminar el libro y ahí fue donde empecé el proceso para publicarlo”, comentó.
- ¿Cómo se dio el fallecimiento de Camila?
A los 22 días de nacida le saltaba un ojo y eso la hacía llorar. Le hicimos exámenes, la llevamos donde un pediatra y nos dijo que tenía algo grave, la llevamos al Hospital de Niños, allí también le hicieron exámenes y le salió algo irregular en el corazón y el cerebro.
Con el paso de los días, los doctores nos dijeron, un lunes, que tenía una enfermedad sin nombre ni apellido. Casi me vuelvo loca, fueron momentos muy duros. El miércoles se le bajó el oxígeno y me falleció un día después.
- ¿Lograron dar con la causa de su muerte?
Cuando ella falleció me dijeron que iban a agarrar un pedazo de músculo del brazo y la sangre, porque el hospital de Niños también investiga y me dijeron que en 5 años me daban el diagnóstico, pero al día de hoy no he tenido el valor de ir, no he podido hacerlo.
El pediatra que atendió a Camila me buscó porque expuso el caso de ella en un congreso médico y me dijo que supuestamente murió de un síndrome mitocondrial, pero al día de hoy todo está en el aire.
¢10 mil cuesta el libro.
- ¿Cómo vivió el duelo?
De las etapas que se conocen, la que viví al máximo fue el enojo, saliendo del funeral de mi hija un sicólogo me dijo que tuviera paciencia con Jonathan (Chaves, esposo), porque el duelo lo íbamos a vivir de manera diferente.
Jonathan lloraba todo el día y yo pasaba enojada todo el día, yo estaba frustrada porque no entendía por qué me pasó esto, porque cuando uno cree en Dios piensa que estas cosas no le van a pasar, pensamos que somos seres inmortales y nuestros hijos más.
Fue un golpe muy duro de la realidad, en esa frustración le pasaba reclamando a Dios, decía que por qué a mí y por eso el nombre del libro, porque fue lo que me pregunté cuando Camila se me murió en los brazos.
LEA MÁS: Sobreviviente de covid: “Estuve prácticamente muerto por 25 minutos” (videos)
Al verla sin aliento me hice esa pregunta: ¿por qué a mí?, y comencé a lidiar con esto, me alejé de todo el mundo, sentí que nadie me entendía, y por eso creo que el camino del duelo es un camino solo, la gente quiere verlo bien, que uno deje de llorar, le dicen que va a estar bien, pero uno está en un hueco y no es tan fácil salir.
- ¿Luego de la muerte de Camila tuvo más hijos?
Sí, dos años después quedé embarazada de Tomás, es un niño sano y fuerte de 10 años y luego nació Leonor, que tiene 7 años.
A Tomás lo comencé a disfrutar cuando tenía tres meses. Al mes de nacido lo operaron de dos hernias en la ingle, era mucha tensión y hasta se me secó la leche del susto, pero con él gracias a Dios todo salió bien.
Con Leonor también me estresé mucho, me daba miedo de que le pasara algo similar a lo de Camila, por ser un embarazo de una niña, pero afortunadamente está dando lata.
Yo celebro mucho la vida cuando cumplen años, porque lo que me pasó no se lo deseo a ninguna mamá y uno aprende a agradecer por todo, porque orinaron, por las cosas más sencillas. Después de un dolor tan grande, todo se convierte en victoria y el reto que tengo a diario es vivir la vida al máximo.
- ¿Cómo se dio el proceso para la publicación del libro?
Con la pandemia comencé a ofrecer el libro a algunas editoriales, pero me decían que no era un tema de interés, pero cuando aumentaron los casos y hubo restricciones, en mayo del 2020 un amigo me dijo que hiciéramos el último esfuerzo.
Conversamos con la editorial Renacer, es argentina y les encantó el libro, porque está escrito desde la empatía y está lleno de mucha realidad. Así comenzó el proceso de correcciones y en febrero me lo dieron listo para que saliera a la venta.
Cuesta ¢10 mil y ha tenido mucho pegue. Se puede conseguir en las librerías Internacional, Automercado, en la Librería Peniel en Moravia o escribiendo al 6020-3076 para entregas de manera directa. También se puede conseguir en Internet, por amazon.com.