A falta de diez días para la convención abierta del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) conversamos con los politólogos Sergio Araya y Gustavo Araya para que nos explicaran porqué estas elecciones están tan frías, en comparación con las del Partido Liberación Nacional (PLN), que fueron a inicios de este mes.
En el caso de Sergio, explicó que ni siquiera antes de la pandemia el PUSC jalaba a tanta gente ni tampoco concentraba la atención mediática como sí lo hace el PLN.
“No son comparables porque la realidad de ambos partidos es distinta, incluso las encuestas actuales dicen que de los que dicen pertenecer a un partido político los liberacionistas duplican y hasta triplican (más de 20%) la de cualquier otro partido (6% del PUSC)”, explicó don Sergio.
Cuando vengan los debates crecerá la atención sobre los candidatos y se escuchará más sobre los que vayan sacando ventaja y si se presentan roces entre ellos, eso interesará a un grueso de gente, más allá de los partidarios.
“No hay una figura tan reconocida entre los precandidatos y eso no ayuda. Tanto en el caso de los diputados Pedro Muñoz y Erwen Masís, el cargo no los hace tan conocidos como se pensaría, ya lo vimos con Carlos Ricardo Benavides y Roberto Thompson en Liberación. El caso de la exvicepresidenta y exdirectora del OIJ, Lineth Saborío, tampoco está tan presente”, agregó don Sergio.
Mientras que Gustavo coincide en que por la diferencia histórica de 70 años del PLN, con casi 40 del PUSC, es que no son comparables.
“El PUSC y la ideología socialcristiana se ha diluido en varios partidos y no han logrado unificarse nuevamente”, explicó don Gustavo.
Una fracción legislativa fragmentada y sin ejercer una verdadera oposición, liderazgos divididos y hasta las perspectivas de cada precandidato son muy distintas, considera don Gustavo.
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