Los narcotraficantes podrían meterse de forma infiltrada en las elecciones presidencial del 2026 y causar un enorme daño al país.
Varios expertos en seguridad, que llegaron a comparecer a la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa, hablaron del tema y se mostraron preocupados.
Gustavo Mata y Álvaro Ramos, exministros de Seguridad Pública; Rafael Guillén, exdirector del OIJ, y Francisco Dall’Anesse, exfiscal general, fueron convocados por los diputados para hablar sobre la posibilidad de que el narco se haya infiltrado en el Estado costarricense.
“Mi mayor preocupación es que en la siguiente elección los narcotraficantes, por lo menos en las costas, van a tener un interés de mantener el control político”, expresó Álvaro Ramos.
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“Me preocupa la debilidad en el ingreso (de la droga), la estrategia de no tener una clarísima contención en las costas, en las bocanas de los ríos, en los sitios con pistas clandestinas”, agregó.
Francisco Dall’Anesse, por su parte, aseguró que el país está muy mal preparado para luchar contra los narcos.
“Estamos totalmente desorganizados y estoy desesperanzado con lo que está pasando en el país”.
El exfiscal general criticó la labor del actual ministro de Seguridad, Mario Zamora, y dio a entender que el puesto le ha quedado grande.
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“Con su silencio no ha querido dotar de recurso al Ministerio de Seguridad Pública. Ahora resulta que a Mario, por cuestiones de regla interna administrativa, le da miedo pedirle a Hacienda plata”, dijo Dall’Anesse.
El exdirector del OIJ, Rafael Guillén, siente que el Gobierno no se ha tomado en serio el problema que tiene el país con el crimen organizado, y que no hay unión ni trabajo en equipo entre las autoridades para luchar contra ese gran enemigo que cada día genera más homicidios.
“Les podemos echar la culpa a A, B o C, eso no tiene importancia, lo importante es que el país se una para combatir la guerra que está soportando continuamente”, expresó Guillén.
Costa Rica vive una terrible crisis de seguridad. Este año se han registrado más de 800 asesinatos, lo que lo convierte en el segundo año con más homicidios en la historia del país, solo superado por el 2023 cuando se dieron 907 muertes violentas.