Este lunes 24 de febrero podría ser uno de los días más terribles para el gobierno de Rodrigo Chaves y quedar marcado en la historia de Costa Rica.
Los diputados podrían votar el quinto resello, en el tiempo que tiene Chaves de ser presidente, algo pocas veces visto en este país.
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El martes pasado se dio a conocer que el mandatario vetó la ley que tenía como fin bajar los precios de los boletos de avión para viajar a otros países de Centroamérica.
Para entender bien qué es un veto, es necesario saber que cuando un proyecto de ley es votado positivamente en segundo debate en el plenario legislativo, como pasó con el proyecto de vuelos baratos, quedan dos pasos protocolarios para que entre en vigencia, uno es la aprobación del Poder Ejecutivo y la firma del presidente de la República y el segundo es la publicación de la nueva Ley en La Gaceta, el diario oficial del Estado.
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Y aunque la gran mayoría de veces los proyectos aprobados por el Congreso son firmados en cuestión de días por el presidente, y luego publicados en La Gaceta, existe una figura constitucional que le permite al mandatario de turno “vetar” un texto, es decir, dejar constancia de que no está de acuerdo y no darle su firma. Hay vetos parciales y vetos totales.
Ya se sabía que el presidente no estaba de acuerdo con ese proyecto de ley porque dice que golpearía a Hacienda, ya que como los vuelos serían mucho más baratos, se recaudarían menos impuestos.
Sin embargo, el diputado Eli Feinzaig, proponente de la iniciativa, dice que eso no es verdad, porque si se bajan los costos habrá más demanda y, por ende, más vuelos, eso permitiría recuperar lo que se deja de percibir por la rebaja.
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¿Qué es un resello?
Ahora bien, cuando se da un veto, eso no significa necesariamente que la ley queda muerta, pues es donde puede aparecer el resello.
Resellar es la potestad que tiene la Asamblea Legislativa de rechazar un veto presidencial y votar de nuevo un proyecto para convertirlo en ley, enviándolo a publicar en el diario oficial.
Es algo así como aprobar la ley a la fuerza. Para ello se requiere en la votación mayoría calificada, es decir, es necesario el apoyo de al menos 38 congresistas, equivalentes a dos tercios del plenario.
Feinzaig está confiado en que tiene asegurados los 38 votos necesarios para el resello, y que en las votaciones del primer y segundo debate tuvo votos de diputados de todas las fracciones de oposición.
El jueves pasado, en reunión de jefes de fracción, se llegó al acuerdo de abordar el tema del resello este lunes, siempre y cuando el presidente legislativo les aclare el procedimiento.
Rodrigo Arias, presidente del Congreso, dijo que de acuerdo a la experiencia del último veto, lo que se realizará es un debate reglado de 90 minutos, en el que todas las fracciones podrán dar sus argumentos respecto a la iniciativa.
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Una vez que termine la discusión, se votaría si se resella o no.
“Independientemente del acuerdo que se tome, debemos llevarlo a la Sala Constitucional”, explicó Arias.
La razón es que uno de los argumentos del Ejecutivo para vetarlo es por la constitucionalidad.
Pese a que los resellos son muy poco comunes en la historia del país, Chaves ya lleva cuatro. Uno de ellos fue el proyecto de exclusión del Servicio de Emergencias 911 de la regla fiscal. Otro fue el de la extensión de las concesiones para los comerciantes del Depósito Libre de Golfito por tres años adicionales.
También la eliminación de la regla fiscal para la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) y, por último, el proyecto para sacar a Costa Rica de la lista de países no cooperantes en materia fiscal de la Unión Europea.
Según datos de la Asamblea Legislativa, en la historia del país se han dado 70 resellos. Los dos presidentes que han tenido más son José Figueres Ferrer en su segunda administración (1970-1974) y Rodrigo Carazo Odio (1978-1982), con 16 cada uno. Luego está Daniel Oduber Quirós con 11, le sigue Mario José Echandi con nueve, después Luis Alberto Monge y Rodrigo Chaves con cuatro cada uno.