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Polémica prueba FARO podría provocar problemas sicológicos para los niños en el futuro

Académico de la UNA dice que la información recopilada en la prueba FARO es valiosa, pero no se hizo de la forma adecuada

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Las réplicas de la polémica prueba FARO de Factores Asociados y sus 600 preguntas podrían verse reflejadas en forma de problemas sicológicos futuros en los niños que pasaron mucho estrés el día que la hicieron.

Pablo Chaverri, académico del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE), de la Universidad Nacional, explica que la ansiedad y el estrés que vivieron muchos chiquitos podría causar que la próxima vez que estén frente a un examen experimenten una situación postraumática y eso les afecte e influya en el resultado.

Aplicación pruebas FARO 2021. Prensa Mep.
Los pequeños tardaron hasta cinco horas haciendo la prueba de Factores Asociados. Foto: Prensa MEP.

“El estrés es una reacción del cuerpo hacia una situación de peligro, el corazón empieza a latir más rápido, las manos se ponen sudorosas; es porque el cuerpo sabe que hay peligro. Si un niño desarrolló mucho estrés al hacer esta prueba por la gran cantidad de preguntas que tenía y por estar tantas horas sometidos a una evaluación, podría ser que la próxima vez que se siente a estudiar para un examen el cuerpo reviva el estrés porque se siente amenazado y eso afecte al pequeño”, dijo.

Afirma Chaverri que incluso podría ocurrir que cuando esos chiquitos se sienten de nuevo a hacer un examen estén tan ansiosos y estresados que les falle la memoria de trabajo.

“Esa memoria es de corto plazo y eso los podría afectar a la hora de poner en práctica sus conocimientos. Ya en ese momento la prueba no estaría evaluando el conocimiento de los estudiantes, sino su capacidad para sobrevivir en un momento de estrés y eso no tendría sentido”, agregó.

El experto explicó que cuando una persona se ve sometida a mucho estrés sus capacidades tienen a bajar.

Superar el trauma

María Ester Flores, experta en temas de familia, dice que hay varias actividades que se pueden hacer en la casa para ayudar a los niños a dejar atrás los momentos de tensión que vivieron y evitar que les afecte en el futuro.

“Los niños de entre 10 y 11 años todavía conservan parte del pensamiento mágico, así que podríamos hacer una especie de obra de teatro en la que participe toda la familia y se recree la situación vivida con el examen.

“Sería como jugar escuelita y que papá o mamá se hagan pasar por el estudiante y reproduzcan el estrés y la angustia que sintió; luego, en esa misma obra de teatro, ese adulto podría decir que ya pasó el tiempo y todo lo negativo que sitió quedó atrás y sabe que eso no se volverá a repetir, demostrándole al niño cómo debe enfrentar la situación”, detalló la sicóloga.

“También se puede trabajar por medio del dibujo, se les pide a los niños que dibujen algo que represente el miedo que sintieron, puede ser un árbol, el mar, lo que ellos quieran y es probable que lo hagan feo y tenebroso porque vivieron una situación negativa. Después les pedimos que hagan un nuevo árbol, o un nuevo mar, pero esta vez pensando en cosas bonitas para dejar atrás todo lo malo, el tiempo que tarden haciendo los dibujos es terapia para ellos”, dijo.

Cuando los niños tienen una madurez mayor lo que se recomienda es sentarse a hablar con ellos para explicarles que lo ocurrido fue algo pasajero, que ya se tomaron medidas para que no se repita, así se sentirán comprendidos y apoyados.

Mal aplicadas

Dice Chaverri que la idea de recopilar información con el cuestionario de Factores Asociados no está mal; piensa que ese tipo de investigaciones son de mucha ayuda para evaluar qué afecta la educación de los estudiantes, pero cree que la aplicación del cuestionario se hizo de mala manera.

“Las pruebas FARO no son malas, mucha gente está criticando lo que pasó y aprovecha para decir que los exámenes no sirven y eso no es así, este sistema de evaluación es mucho mejor que el que había antes porque no solo da una nota en un examen, las pruebas permiten identificar las fortalezas y las debilidades de los estudiantes en las áreas de estudio y conocimiento.

La experta en sicología de familia, María Ester Flores, no termina de salir de su asombro por lo irrespetuosa y abusiva, como ella misma lo dice, fue la prueba FARO de Factores Asociados que el viernes pasado realizaron los estudiantes de quinto grado de escuela
Los expertos de la UNA dicen que aunque la idea fue buena, a forma de recopilar la información no fue la adecuada. Foto: Grupo Nación. (Captura de pantalla)

“En el tema de la prueba de Factores Asociados la información que se recopiló es muy valiosa, lastimosamente ahora se va a desperdiciar porque no se va a poder utilizar. Cuando se hacen este tipo de estudios se requieren dos pasos previos fundamentales, pedir un consentimiento a los papás o encargados de los menores para aplicarles el cuestionario, explicándoles de qué trata y para que serán usados los datos y también consultándole a los menores si quieren participar, si los dos están de acuerdo de procede, sino, no, así lo establece la ética.

Chaverri dijo también que la extensión del cuestionario era desproporcionada para la edad de los niños.

Aplicación de pruebas faro. Marcela Bertozzi.
El estrés vivido por los menores podría afectarlos a la hora de hacer exámenes en el futuro. Foto: Marcela Bertozzi.
Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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