Tenía una novia que amaba muchísimo y no era cristiana, pero tenía muchos valores y era una gran mujer. Ella me dio vuelta y me dejó luego de dos años de estar juntos. Habíamos hablado hasta de casarnos, pero Satanás metió su mano para botar mis planes.
Tome su mano y le dije: ¿Puedo hacerte tres preguntas? Sí claro, me respondió. -¿Satanás trabaja en la municipalidad que cerró el negocio de tu familia? -No, no trabaja ahí, contestó. --¿Satanás habrá puesto los requisitos de contratación en la empresa que no te dio el trabajo por no hablar inglés? -No, no creo. -¿Satanás eligió a la novia que te dejó por otro que no compartía tus mismos valores o fuiste tú? -No, fui yo el que la eligió.
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Entonces, ¿por qué lo haces 100% responsable de todo lo que te pasa, y pasas dándole créditos y un poder que él no tiene, pero que fundamentas día con día con tus declaraciones?
Satanás no tiene nada que ver con lo que te ha pasado. Lo que pasa es que para el cristiano se hace más fácil echarle la culpa a Satanás por lo que no ha podido conseguir, que hacerse responsable de sus actos y de la mediocridad que los persiguen por dejar las cosas a la mitad.
Si tu familia iba a comenzar un negocio tenía que hacer todo en orden y tener a mano los requisitos que necesitarían para operar. Si estudiaste para agente de aduanas, sabías que necesitarías hablar inglés para ser contratado por una empresa. Si eres un hijo de Dios ¿cómo es posible que andes buscando a una mujer que no comparta tus ideales? Eso no debería ser negociable para los hijos de Dios, ahora mi pregunta para ti es ¿De todo lo que te ha pasado hasta ahora, en qué metió la mano Satanás?
Luego de un silencio me respondió que en nada. Satanás no tiene la culpa de lo que ha pasado, creo que ha sido culpa mía y de mi familia.
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Deja de pensar que todo lo malo que te sucede es por su culpa, y comienza a vivir tu vida como lo que eres, un hijo de Dios, un todo poderoso. Cambia tu lenguaje, deja de decir por culpa de Satanás y comienza a decir "CRISTO va delante de mí, nada me detendrá. Estoy marcado para reinar, si DIOS conmigo, quién contra mí". Piensa más en lo que Dios tiene para ti, que en lo que Satanás puede hacerte.
Recuerda algo muy importante, Satanás está derrotado desde hace más de 2.000 años.