Hechos 20:35: "En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados". Recordar las palabras de Jesús, que dijo: "Más bienaventurado es dar que recibir".
En esta época cuando se acerca la celebración de la Navidad, he observado el frenesí en que entra la gente por adquirir y comprar regalos, mientras que otros están esperando a ver qué recibirán en Navidad, especialmente los niños que le escriben una carta a un personaje producto de la publicidad y que realmente no tiene nada que ver con el verdadero sentido navideño, mucho menos con nuestra tradición local.
Creo que estamos empezando mal cuando les preguntamos a los pequeños qué esperan recibir en Navidad, porque les estamos enseñando formas de pensar equivocadas.
El apóstol Pablo en el libro de los Hechos, nos hace un recordatorio de una enseñanza que hemos olvidado y la cual toma mucha importancia en esta época navideña. Después de haber pasado cerca de tres años formando iglesias, Pablo se despide en Mileto dejando a los discípulos esta gran enseñanza y que Jesús ya había dado: “Mas bienaventurado es dar que recibir”( la palabra bienaventurado, es sinónimo de bendecido). Pablo había enseñado todo lo que podía enseñar y no es casualidad que el apóstol recuerde esta enseñanza al final de su estancia con una iglesia que después no volverá a ver. El recordatorio de la importancia que tiene el dar en la vida del cristiano resume la enseñanza de lo que realmente hizo Jesús.
Él se dio a nosotros desde su nacimiento. Él es el principal regalo de la primera Navidad, ya que Él vino a entregar su vida por la humanidad perdida. Juan 3:16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".
Así es que debemos recordar esta enseñanza, de que existe más bendición en dar que en recibir, de hecho nadie le gana ni le ganara nunca a Dios en dar, pero como sus seguidores esta es una norma que debemos tener en nuestras vidas como cristianos. Experimentemos en todo momento la bendición especial, de dar y ayudar al necesitado, al afligido y dar del amor que Dios nos ha dado, mostrando el camino. Enseñemos a los niños a dar desde pequeños, porque también ellos serán bendecidos y Dios hará que su provisión y misericordia sobreabunde en nuestras familias, pueblos y nación.