El candidato del Partido Unidad Social Cristiana, Rodolfo Piza, inició su ajetreado día con la misa que se celebró la mañana de este domingo en la iglesia de La Soledad.
El socialcristiano estuvo acompañado durante todo el día por sus hijos, Rodolfo, Marina y Alejandro, además de su esposa Annie Loría y sus nietas Valentina y Alessandra Altamura.
Piza, luego de finalizada la misa se desplazó a su casa de campaña donde compartió un pintico con huevo picado, pan y queso blanco con los medios de comunicación y sus candidatos a la vicepresidencia Edna Camacho y Max Umaña.
Aquí fue donde se cambió la primera mudada, para dejar el traje formal que lo caracteriza, a una camisa manga larga roja y jeans. Al regresar, hasta vaciló que se quedó esperando que le regalaran el Herbamatín o alguna pomada para el cabello en alguno de los debates.
Luego continuó su recorrido por los medios, para a eso de las 11:35 llegar al colegio México en barrio Aranjuez donde debía votar y compartir con sus partidarios quienes lo esperaban con el grupo folclórico Leyenda, quienes con cimarroma, bailes y mascarada, le pusieron la nota alegre a su voto, que fue en la junta número 7, a las 12:12 minutos.
De ahí salió hacia el canal de La Sabana donde luego de participar en una entrevista, bajó al área del parqueo, donde decenas de niños estaban participando de la fiesta cívica nacional junto a sus padres. Ahí el chineador abuelito, acompañó a Valentina Altamura, la mayor de sus nietas de tres años a emitir su voto.
Luego de eso el candidato rojiazul se dirigió a la soda Tapia de La Sabana, a disfrutar de un merecido almuerzo para recargar baterías para continuar la gira por los restantes medios de comunicación.