La pitahaya ha ido abriéndose campo en el gusto de los ticos y ahora conquista a los alemanes en forma de jalea con sabor a whisky, champán, maracuyá y mango.
Al frente de ese logro está Jorge López, un guanacasteco ingeniero en sistemas que decidió probar suerte con un negocio. El camino no ha sido fácil, pero ya está empezando a ver los resultados del esfuerzo.
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Su proyecto empezó hace unos cinco años porque tenía en Bagaces un terreno sin uso y decidió sembrar pitahaya. La eligió después de investigar y darse cuenta de que es muy buena para la salud: es fuente de antioxidantes, vitamina C, calcio, magnesio, fósforo; ayuda a relajar el sistema nervioso y también tiene vitamina B2, vital para la producción de glóbulos rojos.
“El proyecto lo empezamos mi papá y yo, mi idea era sembrar la fruta para venderla, sabía que era poco conocida y tuve que empezar por regalarle a la gente para que la probara, las personas no sabían ni cómo se comía”, recuerda.
“No se me vendía porque la gente no acostumbraba comerla y para no perderla decidí recolectarla, procesarla y almacenar la pulpa congelada mientras decidía qué hacía con ella”, contó.
Jorge dio el paso siguiente, buscó a un chef y le pidió ayuda para hacer un producto diferente con la pitahaya. No quería algo tradicional.
El chef le propuso salsas de barbacoa y picantes y mermelada; para darle un toque diferente, Jorge solicitó que la jalea supiera a whisky y a champán. Así arrancaron el negocio.
Otros retos
Ya con los productos apareció otro desafío: formalizar la empresa.
“Es algo complejo por todos los trámites, hay que ir a la Caja Costarricense de Seguro Social, a Hacienda, sacar permisos municipales, entre otro montón de cosas. Después viene la parte comercial de registrar la marca, entre otros trámites.
“Cuando se supera esa etapa viene otra que también es muy dura, empezar las negociaciones para vender los productos, coordinar la logística de transporte y le toca a uno aprender hasta a hacer mercadeo porque no hay plata para contratar personas para las demás áreas”, manifestó.
El empresario vio desde el principio que los productos eran muy gustados por extranjeros y supo que una de las primeras cosas a hacer era exportar.
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Con el tiempo el proyecto se ha expandido, ya no solo tiene salsas y jaleas, también hay refrescos y cerveza. Cada producto tiene su marca propia y muchas están relacionadas con cómo se conoce la pitahaya a nivel internacional: dragon fruit.
Este año envió su primer cargamento a Alemania y tiene pensado participar en dos ferias que se llevarán a cabo en julio y noviembre en aquel país para tratar de ampliar sus compradores.
Está negociando con personas de Miami, Uruguay, Perú y Panamá para enviar a esos destinos.
Jorge vende sus productos desde hace diez meses en supermercados de las marcas Gessa, Sareto, Compre Bien, Súper Compro y está en conversaciones con Auto Mercado.
Más producción
La plantación de pitahaya da la cosecha entre junio y noviembre y cada año la producción aumenta, algo muy bueno.
Una vez recogidas las frutas son llevadas a la planta de producción, que está en Esparza, donde la procesan y la guardan en congeladores para ir usándola según la demanda.
Jorge tiene convenios con hoteles guanacastecos en los que vende sus productos con marca blanca, es decir, etiquetados con el nombre y el logo del hotel; eso sí, en el empaque se menciona la empresa que los fabrica para que los compradores sepan de dónde vienen y cómo conseguirlos.
Los refrescos están entre los más vendidos en Guanacaste; hay de pitahaya con cas, granada, maracuyá, mango y ya piensan en otras mezclas para el futuro.
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La empresa se llama Patica Products; Jorge le puso así en honor a su papá, quien ya falleció.
“Mi papá se llamaba Jorge López y tenía la costumbre de decirle a todo el mundo ‘Patica’; cuando él murió quise ponerle así a la empresa porque él empezó el proyecto conmigo y me pareció una forma de recordarlo y tenerlo presente”, explica.
Tour por la plantación
Jorge tiene pensado sacarle el jugo a todo lo que pueda, por eso está por empezar unos recorridos por “Avenida Pitahaya”, la plantación de Bagaces en la que siembra la fruta.
La idea es que la gente pueda disfrutar un tour y ver la floración de las plantas, que se da una vez al mes.
“Es una forma de que las personas conozcan más sobre la pitahaya, sus beneficios y también nuestros productos”, dice.
Si usted quiere saber más de este proyecto puede visitar la página de Facebook de Patica Products
“Empezar un negocio no es sencillo, se encuentra uno con un montón de obstáculos, pero si uno está seguro de que es lo que quiere lograr debe enfocarse en superar los retos, buscar soluciones, no en quedarse en el problema”, dice el ingeniero.