Doña Liliana Quirós Ureña cumplió el sueño que tenía desde hace meses de entregarle al ministro de Salud, Daniel Salas, un retrato en óleo que le hizo.
Esta mujer, a la que le dicen de cariño Lilly, es toda una artista pues le encanta pintar paisajes, animales, casas y también personas.
Ella le contó a La Teja que tomó la decisión de pintar al ministro desde el inició de la pandemia, pero durante varios meses tuvo el retrato bien guardado con la esperanza de dárselo en algún momento.
“Un día estaba viendo la conferencia y escuchaba como él le suplicaba a la gente que se cuidara, que no saliera de la casa para evitar contagios de covid y sentí que era una gran persona, que se esfuerza mucho en su trabajo y por eso quise hacerle una pintura”.
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“Duré como tres semanas porque hice el retrato unas dos o tres veces, en las dos primeras no quedé satisfecha con el resultado hasta que me salió como yo quería. Mi nieta, Kassandra, me imprimió una foto de don Daniel y yo la puse en la mesa y con eso me iba guiando”, relató la artista.
Cuando acabó la obra, Kassandra le tomó una foto y la subió a las redes sociales de su abuelita con el fin de que alguien las ayudara a contactar al ministro.
No lo dejaba salir
Pasó el tiempo y doña Lilly decidió poner el retrato en la sala de su casa, pero sin perder la esperanza de que llegara a las manos de Salas en algún momento.
“Cada vez que pasaba frente al cuadro le daba la bendición y le decía que no lo dejaba salir de la casa para que no se contagiara del virus (dijo entre risas). Ahí lo tuvimos hasta que contactaron a mi nieta Kassandra de parte del ministro y coordinamos la entrega”, relató.
La artista y Kassandra quedaron de verse con el funcionario este miércoles a las seis de la tarde en un centro comercial de Curridabat, así que cuando lo vieron llegar sintieron mucha emoción.
"Cuando lo vi le dije: ‘¡ay mi chiquito!’ y le entregué el cuadro en una caja. Él se rio, lo agarró, lo abrió y me dijo: ‘¡qué lindo está! De verdad que usted es una artista’. También me dijo que el primero en ver la foto de ese retrato en las redes sociales fue el papá y que antes de morir el señor le dijo que tenía que ver cómo hacía para que recogiera el cuadro.
“Para mí es una bendición haberlo conocido porque él es una persona muy importante, que hace una gran labor por el país y que le pone amor a lo que hace. Pude comprobar que es un hombre muy humilde, sencillo y respetuoso”, agregó.
Arte en las venas
Doña Lilly dice que ella desde niña sintió el amor por el arte y la pintura y que con el pasar de los años fue desarrollando su habilidad.
"Cuando estaba en la escuela me ponía a dibujar flores y otras cosas en los cuadernos y perseveré en lo que tanto me gustaba. Empecé pintando en tela y luego fui a una galería en Escazú, donde aprendí mucho.
"Para mí la pintura es uno de mis pasatiempos, me encanta hacer paisajes, cataratas, animales, todo lo que sea naturaleza. También me gusta bordar.
En su casa, en San Francisco de Dos Ríos, ella tiene muchos de los cuadros que ha hecho durante toda su vida.
Kassandra es uno de los principales apoyos de la artista, ya que siempre le mete el hombro en lo que pueda para ver a su abuelita feliz.
"Cuando me dijo que quería pintar al ministro la apoyé y le imprimí una foto de él para que se guiara, ella siempre pide mi criterio y trato de ayudarle en todo lo que puedo.
“Yo le abrí una cuenta en Facebook y una en Instagram y se las manejo, ahí subimos los trabajo que hace. El arte de mi abuelita es un orgullo para mi familia”, dijo la allegada.
La nieta dice que se siente muy contenta de haber podido ayudar a su “Mami”, como le dice de cariño, a entregarle al ministro el retrato que con tanto cariño le hizo, tanto así que para ella es como una misión cumplida que la llena de felicidad porque sabe que esa entrega tenía un gran significado para su abuelita.
Además dice que se siente muy agradecida con el ministro por haber hecho un campito en su ocupada agenda y aceptar conocer a la artista.