Pinto es un zaguatico pequeño, pero con un corazón gigante. Su vida no ha sido nada fácil, tuvo hasta una batalla con la muerte, pero salió bien librado.
El perrito fue uno de los ganadores del concurso de La Teja, así que hoy le contamos su historia y, sin duda, le va a encantar.
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Marjorie Pineda es funcionaria del colegio CTP Calle Zamora, en San Rafael de San Ramón de Alajuela, y es quien ha sacado adelante a Pinto.
Ella contó que conoce al perrito desde hace unos años y siempre le ha tenido un cariño especial porque es muy tierno.
“Él vivía con una familia aquí muy cerca del colegio, pero era muy callejerito, así que siempre andaba aquí metido; entonces, los estudiantes se encariñaron mucho con él. Un día unos colegiales me lo llevaron a la oficina y vimos que tenía como una pelota en el estómago, por lo que decidimos llevarlo al veterinario.
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“Luego de que lo revisaron nos dijeron que parecía que otro perro lo había mordido y le había dañado el músculo; los intestinos estaban casi expuestos, solo los sostenía una delgada capa de piel. Lo operaron y los castraron de una vez, pero la familia que lo tenía no quiso pagar los gastos del tratamiento, que eran casi ¢200 mil, y prefirieron dar el perro en adopción”, contó la mujer.
Luego de eso, una familia vecina del colegio decidió darle un hogar a Pinto y ahí duerme todos los días.
“Al principio a mí me preocupaba que Pinto siguiera viniendo al colegio, pero los nuevos dueños dicen que cuando lo encierran él llora mucho porque está acostumbrado a venir al colegio. Yo soy como el uber de Pinto, porque en las mañanas paso y lo recojo para traérmelo para el colegio y en las tardes cuando salgo voy y lo dejo.
“Pasa todo el día jugando con los estudiantes, ellos lo quieren un montón. Él tiene una patita mala, camina renco desde que lo conocí, pero eso no representa un impedimento para él, lleva una vida normal”, agregó Marjorie.
La mujer dice que aunque Pinto no es de ella, lo quiere y cuida como si lo fuera, porque él es un perrito cariñoso y muy especial.