Pilar Cisneros y Eli Feinzaig tuvieron una discusión en una comisión legislativa por los “sueños eróticos” del ministro de Hacienda Nogui Acosta, sí, así como lo leyó.
Resulta que este jueves llegó la contralora general de la República, Marta Acosta, a la Comisión de Hacendarios del Congreso para hablar del presupuesto nacional y de un momento a otro salió el tema del impuesto del marchamo, ahí empezó el asunto del erotismo.
El diputado Eli Feinzaig, del Partido Liberal Progresista, fue el que empezó el albotoro.
“Me llama la atención que se habla de leyes que disminuyen los ingresos y en particular en la presentación la señora contralora menciona la ley que rebajó el impuesto de la propiedad de los vehículo (el marchamo). En el reporte que presenta Hacienda de fin de año el impuesto creció la recaudación en 10.400 millones de colones para un incremento del 5.6% y sin embargo la recaudación general de todos los impuestos creció apenas a un ritmo de un 1.8%, con lo cual, ciertamente, la ley del marchamo recaudó menos de lo que en los sueños eróticos del ministro de Hacienda iba a recaudar, porque el ministro de Hacienda se dejó decir que la recaudación iba a incrementar un 30%, cosa que es absolutamente imposible cuando la flota vehicular crece 2 o 3% al año”, se dejó decir Feinzaig.
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La diputada Cisneros se enojó mucho al escuchar las palabras de Feinzaig y le habló con tono fuerte.
“Me parece una total y absoluta falta de respeto del señor diputado que se atreva a ligar el trabajo del señor ministro de Hacienda con sueños eróticos, por si usted no sabe don Eli, erotismo significa o es relativo al amor o al placer sexual, que excita el deseo sexual, es una falta absoluta de respeto al ministro de Hacienda y sinceramente me parece que usted debe dar una disculpa sincera por expresarse así hacia el ministro y hacia los costarricenses”, manifestó la oficialista.
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Eli no se quedó callado y más bien defendió su posición.
“Usted bien sabe que es válido utilizar metáforas, símiles y otro tipo de parábolas. En el lenguaje yo no ofendí a nadie y no tengo que ofrecer ninguna disculpa, ciertamente los amantes de los impuestos sienten un placer casi sexual cuando se trata de sacar la plata del bolsillo de los contribuyentes y eso es lo que estamos viendo aquí, así que reitero lo que dije, mantengo lo que dije, los datos matan el relato”, manifestó el liberal.