En México de Upala, zona norte, los lugareños están con el corazón en la mano luego de que hace 20 días se confirmara la desaparición de una piedra, de aproximadamente 60 centímetros de diámetro y 10 kilos de peso, que servía como límite entre Costa Rica y Nicaragua.
Este pedazo de roca fue durante 30 años el punto de referencia de estos vecinos para saber si estaban del lado tico o del nica.
En el lugar donde antes estaba la piedra, ahora hay un rótulo que dice "Bienvenidos a Nicaragua".
Lo que más les preocupa a los habitantes de este sector es que se cumpla la leyenda de la “piedra maldita”.
Esta consiste en que quien la toque, mueva o robe será víctima de una maldición que lo llevará a la muerte.
Lo que aún nadie sabe es quien o quienes fueron los responsables de quitarla. Tampoco hay sospechas de en cual lado, si tico o nica, podría estar.
Tiburcio López, un nicaragüense de 54 años que vive en Upala centro, dijo a La Teja que la historia es real y tiene consecuencias negativas.
Incluso se atrevió a afirmar que este objeto tiene poderes sobrenaturales por ser el punto de división entre los dos países.
Según López, los antepasados difundieron un relato de terror en relación a la piedra que le para los pelos a cualquiera.
“Los abuelos nos decían que quien irrespetara la piedra se iba a morir ahogado o quemado y que iba a sufrir bastante por cometer esa imprudencia. Solo teníamos derecho a mirarla, algunos como yo cuando pasábamos por ahí preferíamos hacerlo de lejos”, recordó.
López agregó que el maleficio iba más allá de la muerte, ya que el penitente iba a sufrir graves problemas de salud antes de fallecer.
“Lo que se escuchaba era que les iba a salir gusanos por la boca y por el ano, que iban a gemir y retorcerse de dolor y que los gritos se iban a escuchar donde estuvieran”, añadió.
El pinolero comentó que hay dos versiones sobre esta leyenda, una es que todo fue inventada para que nadie se atreviera a mover la piedra, ya que era la única señal que había para saber en cuál de los dos países se estaba y la otra es la que él narra.
“Yo creo en la historia que le estoy contando porque aquí hay gente que ha desaparecido misteriosamente, uno no sabe si murieron ahogados o quemados, lo que sí sabemos es que ya no están y eran gentes que a cada rato se veían. Otros no le toman tanta importancia a esto porque piensan que solo es un cuento pero yo no lo veo así”, añadió.
Noches trágicas
López recordó que cuando era joven escuchaba narraciones de las desapariciones de hombres que caminaban por la noche y sin querer, mientras caminaban, golpeaban la piedra.
“Aquí no hay postes de luz, entonces en las noches era más fácil golpearla. Dicen que muchos hombres borrachos la golpearon y al día siguiente o amanecían muertos o no aparecían del todo”, mencionó.
“Yo nunca la he tocado, no me gusta pensar en que puedo llegar a morir de una forma fea”, agregó.
Maldición de brujos
Stephanie Lara, investigadora del grupo paranormal Cazadores de Mitos, explicó que la piedra no tiene poderes sobrenaturales, sino que más bien fue utilizada por algún brujo o alguien con la capacidad psíquica necesaria para poner la maldición sobre ella.
“La intención de la persona que echó la maldición es la que puede provocar la muerte o incluso un accidente, una piedra no tiene la capacidad de hacerle daño a alguien, tiene que ser instruida para eso”, comentó.
“Hay gente que no cree en estas cosas, pero por experiencia puedo decir que sí pasan y que son complicadas de manejar pero tienen solución”, continuó.
En caso de que alguien tenga la piedra, Lara recomendó devolverla, ya que hasta podría traspasar la maldición a personas cercanas.
“Lo que se aconseja es devolver la piedra o ir donde un cura para que ayude a cortar esa cadena, también recomendamos tener mucha fe y orar bastante”, sentenció.
El que se llevó la piedra ya está advertido.