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Pescador cuenta horrores con plaguicidas: “Se ven tortugas muertas, los están exterminando”

Pescadores y vecinos de Batán sufren de primera mano los efectos de los plaguicidas

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“Es increíble, se están muriendo todos los peces que entran desde el mar. Estamos hablando de bobalos, calvas, caras secas. Increíblemente, hasta las mantarrayas se están muriendo y hasta tortugas muertas se ven en la playa”.

Los peces de Batán en Limón ha sufrido de primera mano los efectos de los plaguicidas en el agua. Foto: Cortesía.
Los peces de Batán en Limón ha sufrido de primera mano los efectos de los plaguicidas en el agua. Foto: Cortesía.

Ese relato podrá sonar como la escena de una película postapocalíptica, pero es la realidad de Julio Knight y las decenas de vecinos que viven de las lagunas de Santa Marta y Madre de Dios en el río Pacuare en Batán, Limón.

Y es que, los vecinos de esta zona llevan años denunciando los efectos que tienen los plaguicidas, pesticidas y fungicidas en la laguna y el medio ambiente.

Pero, a oídos sordos, la situación se está saliendo de las manos.

Envenenamientos por plaguicidas en Batán

El tema de los efectos negativos de los plaguicidas volvió a la mesa de conversación, recientemente, luego de que varios grupos medioambientales sacaran a luz que la ministra de Salud, Mary Munive, envió a consulta la posibilidad de cambiar el “Reglamento para la Calidad del Agua Potable”.

Al parecer, lo que se quiere es aumentar en hasta 800 veces los Valores Máximos Admisibles (VMA) de estos químicos en el agua potable.

Actualmente, el máximo es de 0,1 microgramos de plaguicidas por litro de agua.

No solo los peces sufren las consecuencias de los plaguicidas, los cangrejos, mantarrayas, manatíes y hasta delfines, se están envenenando. Foto: Cortesía.
No solo los peces sufren las consecuencias de los plaguicidas, los cangrejos, mantarrayas, manatíes y hasta delfines, se están envenenando. Foto: Cortesía.

Pero las lagunas de Batán son un triste recordatorio del efecto que tienen estos agroquímicos.

“Yo vivo en Barra San Juan desde 1968, me trajeron con dos meses de edad, he estado toda mi vida acá. Me dedico al turismo, por lo cual viajo todos los días por los canales, entonces conozco cualquier cosa que se mueva por estas aguas, yo sé cómo está la situación y una de esas cosas es la matanza de peces”, nos contó en exclusiva Julio, pescador y vecino de la laguna.

“Desde 1970 es normal ver peces flotando en la laguna tras la aparición de las bananeras. La contaminación llega hasta la laguna Madre de Dios y no solo eso, se extiende por todo el Caribe”.

Las matanzas de peces por plaguicidas en Limpon han sido bien documentadas a lo largo de los años. Foto: Cortesía.
Las matanzas de peces por plaguicidas en Limón han sido bien documentadas a lo largo de los años. Foto: Cortesía.

Según datos del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET), los problemas con agroquímicos iniciaron en el 2003 con el derrame del plaguicida clorotalonil en el aeropuerto de Batán.

Julio recuerda perfectamente ese día.

“Fue un evento muy grande donde se regaron 20.000 litros de Bravo 72 (fungicida). Parte de eso se movió por los canales hasta llegar a la Laguna de Santa Marta y mató todo lo que había en la laguna.

“Supuestamente, fue que un tanque salpicó porque se le hizo una abertura, pero no fue así, esos son derrames muy grandes”, especuló.

Envenenamientos por plaguicidas en Batán

Y si bien el derrame fue elevado a tribunales y llegó a una conciliación, según los vecinos, “el último aporte fue de 50 millones de colones, pero esa plata está en una cuenta de parques nacionales y el MINAE brilla por su ausencia para usarlos para prevención y control de la contaminación”, aseguró.

En La Teja nos pusimos en contacto con el Ministerio de Salud a través de una serie de correos, para conocer si están al tanto de la situación y si han realizado algún tipo de visita para realizar pruebas a las lagunas, pero al día de hoy no ha habido respuesta, ni siquiera una confirmación del recibido.

Y lo malo, es que este derrame apenas fue la punta del iceberg.

Freylan Mena, investigador del IRET nos reveló que desde el 2016 ellos han realizado, al menos, seis estudios químicos en la zona y en la mayoría se detectan niveles de plaguicidas muy por encima de lo permitido.

“Por ejemplo, en 2013 se registró el nematicida fenamifos, en el agua, en niveles que estaban por encima de la concentración letal media”, detalló Mena.

Esta fotografía se tomó durante el gran envenenamiento del 2003. Foto: Cortesía.
Esta fotografía se tomó durante el gran envenenamiento del 2003. Foto: Cortesía.

“Además, se ha evidenciado la presencia de residuos de muchos plaguicidas, a veces más de 20 moléculas en una sola muestra puntual de un litro de agua”, detalló, antes de explicar, que han encontrado desde fungicidas, herbicidas, insecticidas y nematicidas aplicados por las bananeras.

Es más, a mediados de octubre e inicios de noviembre del 2024, se registraron dos intoxicaciones masivas de peces en estos lagos.

Como cuenta Julio, la laguna hoy en día es un fantasma de lo que fue, sin vida, sin color y cargada de plaguicidas.

Envenenamientos por plaguicidas en Batán

“Hubo un cambio total, por ahí de los años 80 había cientos de miles de sábalos reales en la laguna y, hoy en día, observar uno es un milagro”, dijo con preocupación.

“Es igual con todas las especies, los robalos, corvinas, jureles, pargos, todas las especies casi que han desaparecido de la laguna”.

El IRET confirmó esto, asegurando que “las sustancias que aparecen y sus concentraciones, son un riesgo para el ecosistema”, poniendo en peligro las microalgas, plantas acuáticas, invertebrados como larvas y crustáceos y, claro, los peces.

Por años los vecinos de Batán han denunciado los vertederos de plaguicidas en las cuencas de las lagunas y, a pesar de que hay estudios, no se ha hecho nada. Foto: Cortesía.
Por años los vecinos de Batán han denunciado los vertederos de plaguicidas en las cuencas de las lagunas y, a pesar de que hay estudios, no se ha hecho nada. Foto: Cortesía.

“Esto nos afecta, no solo a mí, sino también a la gente de la comunidad. Al turismo lo golpea durísimo, especialmente al de pesca, la gente viene a pescar robalo y los encuentran muertos en la laguna”, lamentó Julio.

“La otra parte es que no sabemos cómo están afectando los pozos este montón de químicos que están en el agua. En Barra Pacuare no hay agua potable, todos tienen un pozo y no se le han hecho estudios para saber si están contaminados de agroquímicos.

“Lo peor es que ese montón de agua está saliendo al mar y no sabemos cómo afecta a las poblaciones de peces en el mar. En la laguna entran los manatíes y delfines y podrían estarlos afectando. Es una cadena terrible, los están llevando al exterminio”, sentenció.

Así se ve la realidad de las lagunas de Batán. Foto: Cortesía.
Así se ve la realidad de las lagunas de Batán. Foto: Cortesía.
Así se ve la realidad de las lagunas de Batán. Foto: Cortesía.
Así se ve la realidad de las lagunas de Batán. Foto: Cortesía.
Sergio Salazar

Sergio Salazar

Periodista de Nacionales. Bachiller en Periodismo y Licenciado en Producción Audiovisual por la Universidad San Judas Tadeo.

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