EscucharLa persona o personas que amenazaron de muerte a las diputadas Andrea Álvarez, de Liberación Nacional, y Sofía Guillén, del Frente Amplio, podrían enfrentar serias consecuencias.
Así lo explicó el abogado penalista Boris Acosta, quien detalló qué tipo de castigos pueden recibir las personas que cometen estos delitos.
Lo anterior se debe a las dos amenazas que recibieron las legisladoras por correo electrónico y que ambas se encargaron de dar a conocer.
El domingo pasado llegó la primera y decía: “Vamos a caerles a balazos a la Asamblea Legislativa con AR-15 y vamos a matarla a usted en su despacho, p... Andrea, y nos meteremos a la sala del Congreso a bombear plomo, somos 50 y nos echaremos a Sofía Guillén y los del PLN y FA, y bombearemos (así decía) a la seguridad y quienes mañana todos serán rehenes hijuep... a las armas, patria libre”.
El lunes temprano llegó la segunda amenaza: “Vamos a caerle, perra hijue... hoy lunes, en cualquier momento, estamos en un hotel planeando la operación Juanito Mora, nos la echaremos, p... Andrea, z... de mie... y luego a los diputados del PLN y FA y a la p... de Sofía Guillén”.
Acosta explicó que hay varios tipos de amenazas y todas tienen distintas consecuencias.
“Hay una escalonada en el tema de las amenazas, desde las simples que son como, por ejemplo, que una persona le diga a otra: ‘con que esas tenemos, me las vas a pagar’, ese tipo de amenazas dichas en público, frente a un tercero, la persona que las recibe puede presentar la denuncia en el Juzgado Contravencional para intentar ponerle freno a la situación.
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“En el Juzgado lo que van a hacer es llamar a las partes y le van a decir a la persona que hizo la amenaza, que no lo puede volver a hacer, le van a pedir que se mantenga a distancia y se comporte bien”, explicó el abogado.
Amenazas mucho más graves
Acosta dijo que también hay amenazas mucho más graves, como las que recibieron las diputadas o peor aún, como las que recibió el agente del OIJ al que le balearon la casa el lunes pasado.
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“Hay situaciones donde ya hay una amenaza inminente contra la salud o contra la vida, cuando se dice, por ejemplo: ‘te voy a matar’, por lo que este tipo de denuncias se ventilan mediante una denuncia penal en la Fiscalía.
“Todavía puede escalonar aún más, y ya no ser una amenaza simple, ni una amenaza grave, sino incluso una tentativa de homicidio como el caso que ocurrió el lunes en la madrugada en la que balearon la casa de un agente del OIJ. Los delincuentes podrán decir que lo hicieron con la intención de amedrentar y que no pretendían matar a nadie, pero en realidad podría considerarse una tentativa de homicidio porque ellos dispararon indiscriminadamente contra el inmueble y una de esas balas pudo haber penetrado la casa y alcanzado a alguno de los familiares del agente del OIJ, haberle causado heridas o hasta la muerte”, explicó el abogado.
El experto dijo que en el caso de las amenazas recibidas por las legisladoras, estas pueden ser consideradas como graves y quienes las enviaron podrían pagar hasta con cárcel por su conducta tan agresiva.
“Las amenazas graves pueden ser castigadas con una pena de seis meses a tres años de prisión, dependiendo del criterio del Tribunal que analice el caso.
“Este tipo de amenazas de muerte en un medio directo, como un correo electrónico, es una amenaza grave porque está haciendo una intimidación directamente contra un derecho fundamental que tenemos los seres humanos, que es la vida”, aseguró Acosta.
