Nadie mejor que Yahaira Villarreal comprende la importancia de la ayuda que las mujeres que pulsean ganar el concurso Señora Joven Reina de las Américas, pretenden darle al pequeño Luis Alonso Chaves.
La bella mujer, de 38 años y vecina de Guápiles, trabaja desde hace 16 años como asistente de personas con discapacidad, una labor que adora y que le ha permitido ver la vida desde otra perspectiva.
“El caso de Luis Alonso me mueve los sentimientos, a mi las personas con discapacidad me inspiran porque son luchadoras, todas tienen objetivos y son iguales que nosotros, pero lamentablemente a veces la gente no lo entiende”.
Su labor consiste en ofrecer las mejores condiciones para la persona que contrata sus servicios. Ella dice que debe hacer múltiples funciones, pero que todo depende de cada cliente.
Por ejemplo, si un no vidente se da cuenta que se le acabó el arroz, entonces le pide a ella que le vaya a comprar.
“Los asistentes somos las manos y los pies de las personas. Puedo ser una cuidadora, o darles de comer, ponerles la ropa”; explicó con orgullo.
Yahaira considera que la educación de los costarricenses con relación al tema de los discapacitados es muy baja y que no se tiene una conciencia clara sobre el tema.
“Creo que al costarricense le falta informarse más, tener más humanidad. Muchos se burlan o dicen pobrecito porque ven a alguien en una silla, pero son ellos, a pesar de sus limitaciones son capaces de muchas cosas que la gente ignora. Pobrecitos nosotros más bien. Uno llega a valorarlos”.
Abandonada
Pero ojo, la vida de Yahaira no ha sido fácil. Ella fue abandonada cuando tenía dos años y eso le generó muchas dificultades para estudiar, por ejemplo.
Resulta que cuando quería matricularse, ella daba los apellidos de sus padres de crianza, pero aparecía registrada con los apellidos de sus padres biológicos, por lo que no la aceptaban. Tenía que demostrar que ella era la que decía ser, por lo que le tuvo que pagar aun abogado para arreglar su situación.
Yahaira es madre soltera de dos hermosas hijas, que llenaron un vacío que sentía, pero la mayor, Cristal, decidió vivir con sus abuelitos y ella sufre mucho porque casi no la ve.
“Ella es la personas que más extraño, es la luz que iluminó mi vida cuando nació y quiero que sepa que mami la ama por sobre toda las cosas”, dijo con lágrimas en los ojos.
Su otra hija, Sol, es su amiga incondicional y la apoya y el echa porras en el concurso. Tanto Yahaira como Sol sufren una extraña enfermedad llamada hemoglobina AS, que solo les da a los afrodescendientes. Según ella, esta enfermedad fue documentada hasta en el 2005.
“Somos de los primeros casos en Costa Rica, somos portadores y no puedo tener descendencia con otra persona con hemoglobina AS porque habría un alto riesgo de que sufran una enfermedad llamada Siklemia (una especie de anemia).
Los médicos, cuando descubrieron que era portadora y su hija también, le recomendaron no tener más hijos. “Tengo que cuidarme con una buena alimentación”, explicó.
Ahora, ella solo piensa en el concurso. Ya ha tenido experiencias y está muy entusiasmada porque le gusta mucho colaborar y el certamen le da esa oportunidad