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Una perrita llamada Kyra adoptó a cinco gaticos huérfanos en la hacienda La Pinta, en Santa Cruz, Guanacaste.
Martín Vallejo, dueño de las mascotas, aseguró que todos en la finca se preocuparon y buscaron la forma de salvarles la vida a los recién nacidos, porque la mamá falleció después de dar a luz.
Mientras las doce personas que viven y trabajan en la propiedad se quebraban la cabeza en ver cómo se turnaban para darles de comer y ayudarlos, la perrita, que era mascota de la mamá de don Martín, no lo pensó dos veces y se hizo cargo de la situación.
La cariñosa peludita tiene dos años de vivir en la hacienda, cargó a todos los gatitos, se los llevó para su nido en un rincón del corredor de la casa y de inmediato se puso a alimentarlos y cuidarlos como si fueran sus crías.
Kyra tiene un lugar especial en la familia por el recuerdo de la madre de don Martín. La señora murió cinco días antes de que su mascota tuviera la primera camada de crías. A la fecha llevaba seis meses de destetar a las suyas, cuando por instinto se hizo cargo de los gatos.
"Al principio no dejaba que nadie se acercara o tocara alguno de los gatos. Se los llevó al corredor y los amamantó hasta los tres meses, aunque algunos la siguen y se le pegan de la teta todavía", explicó don Martín.
Aunque sabe que eso no es algo común, don Martín asegura que la perrita siempre fue muy alcahueta por lo que no le extraña que los adoptara y que hasta la fecha los cuide.
Los misinguitos están grandes y fuertes, se la pasan jugando y durmiendo en los techos de los corrales y por los potreros cuando no están en la casa persiguiendo a la mamá perruna.
Casos en el mundo
Lo que pasó en Guanacaste se ha dado en otras partes del mundo.
En el 2012, medios internacionales informaron que una perrita llamada Xiao Wang amamantó a tres cachorros de tigre de un zoológico en China, cuando su madre los rechazó.
En Rusia, también una hembra de un pastor blanco suizo llamado Talli, que vivía en la región rusa de Krasnodar, se hizo cargo de tres crías de tigre recién nacidas abandonadas por su madre, Baguira.
David Peiró, especialista en comportamiento animal, explicó que en realidad conductas como la de Kyra no son frecuentes.
Asegura que es algo así como "mutualismo biológico" en el que hay una colaboración entre especies distintas.
Es circunstancial. Puede ser una madre lactante que por su condición se enfoca en permitir que otras especies se alimenten. El punto es que estas crías de gato no pueden sobrevivir sin los cuidados de la madre o de humanos, aunque llama la atención por la imagen que en este caso sí se logró.
“Puede ser también un perro o perra muy socializada con gatos que sencillamente está tumbado o tumbada y los cachorros de gato buscarán por instinto las mamas aunque no sea de su propia especie”, explicó.
Cuando se trata de animales más salvajes, los casos se dan por haber tenido una socialización temprana con otras especies.
Lo cierto es que Kyra sorprendió a todos al sacar adelante las crías y por comportarse como una mamá puras tejas.
