La perrita Akira recibió amor y cariño por un día y medio, pero su estado de abandono y desnutrición era tal que eso no alcanzó para evitar que se fuera al cielo de los peluditos. Al menos tuvo un día de amor.
Esta desgarradora historia ocurrió entre el martes y el jueves. Inició en San Rafael de Poás, de donde fue rescatada, y terminó en Heredia, donde fue atendida en la veterinaria Machado.
Según Marcela Aguirre, voluntaria y administradora del Facebook Bóxer Costa Rica y Bóxer Rescue Costa Rica, que le dieron seguimiento al caso, recibieron una denuncia, hace unos quince días, sobre un perro que siempre estaba amarrado, sin agua, ni comida y por eso se pusieron a investigar.
Los voluntarios llegaron al hogar y le dijeron al dueño, un joven de menos de 30 años, que entregara a la perrita y hasta le ofrecieron dinero, pero se negó.
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Pero esos guardianes de los peluditos pudieron sacar fotos y videos y tenían el nombre del dueño, entonces fueron a Senasa de Grecia a interponer la denuncia por tenencia de animal de forma irresponsable.
Policía al rescate
Aguirre dice que en Senasa les recibieron los documentos y los sellaron y con eso fueron a la Fuerza Pública de Grecia para poner otra denuncia, esta vez penal, por crueldad animal y abandono.
“Ellos amablemente pusieron a disposición dos patrullas y acompañaron a la compañera que andaba en eso, hablaron con la persona y así sí lo entregó”, dijo Aguirre.
Pero Akira, que tenía otro nombre, estaba tan mal que debieron hacer grandes esfuerzos para llevársela.
“De la desnutrición no podía andar, un policía la alzó para subirla al carro. Le echaron agua porque estaba llena de hormigas, tenía pulgas y garrapatas. También tenía una llaga en un muslo. La pesaron y estaba en diez kilos y un bóxer en promedio pesa de 20 a 25 kilos”, dijo.
A la perrita, de entre dos y tres años, le hicieron una transfusión el martes en la noche y el miércoles amaneció mejor. Durmió caliente, recibió cariño, comió algo y tomó agua. Eso dio esperanzas.
El miércoles pasó en exámenes y descubrieron que los riñones y el hígado estaban alterados por la deshidratación y que tenía deficiencia de hierro. Además defecaba con sangre. Le suspendieron las visitas.
“El jueves a las 7:30 de la mañana me dijeron que había fallecido, que fue un problema respiratorio. Que en pacientes con anemia severa es común que se hagan coágulos y le dio una embolia pulmonar.
“Siempre estuvo acompañada porque en esa veterinaria tienen esa política. Los dueños la tenían para verla morir, siempre estuvo al sol, nunca tuvo agua. Es un caso fuerte”, comentó Aguirre.
Mismo camino
Martín Sandí denunció a La Teja un caso similar de tenencia inapropiada de animal en Bebedero de Escazú, ya que él observa todos los días a un perro que siempre está amarrado, sin agua y sin comida.
El muchacho explica que ha pasado por la casa frecuentemente tipo siete de la mañana, al mediodía y tres o cuatro de la tarde y siempre está en la misma condición.
“El perro se ve flaquito. Está amarrado con una cadena como de un metro, es bravo, lo ve a uno y ladra. Es un caso de abandono para mi”.
Sandí dijo que intentó poner la denuncia en Senasa, pero asegura que es demasiado complicado.
“Me dijeron que tenía que ir personalmente a Senasa en Santa Ana, soy de San Antonio de Escazú y estoy sin empleo. Se me dificulta, no tengo ni los cuatrocientos colones de los pases”, dijo.
También le dieron la posibilidad de hacerlo por Internet, pero necesita la firma digital. “Imagínese que sea un adulto mayor. Es complicado. Pero quiero que alguien haga algo”.
Flor Agüero, de comunicación de Senasa, explicó que las denuncias son personales porque las telefónicas suelen ser falsas y gastan plata innecesariamente.
“Los funcionarios van al lugar y nadie responde, no encuentran al animal. Los datos se piden para darle un seguimiento, para que el denunciante sepa cómo va el caso. Igual la firma digital, es para dar seguimiento. En ambos casos, las denuncias pueden ser anónimas”, dijo.
Adopte
El próximo 21 de septiembre habrá una feria de adopción de perritos y gaticos abandonados, muchos maltratados, en Ekono de Tibás, de 8 a.m. a 3 p.m.
Horacio será uno de los perritos beneficiados con la feria, pero no no lo pondrán en adopción ya que sigue en recuperación pues también tiene su historia de maltrato. Fue abandonado en las cercanía del Zurquí y está ciego.
“Alguien llamó y lo fuimos a rescatar. Tenía el pelo largo, sucio, lleno de nudos. No estaba desnutrido ni tenía pulgas, pero lo dejaron allí para que se muriera”, dijo Carolina Benavides, voluntaria en el albergue Asociación Animales de Asís.