Héctor Guzmán, un periodista tico-colombiano, está desde la semana pasada en Ucrania, cubriendo la invasión de Rusia a ese país.
El comunicador se alegró demasiado por poder ingresar a la zona de guerra, pero al mismo tiempo es crudamente realista: “No sé si podré salir vivo de aquí”.
Él es un viejo conocido de la televisión costarricense, tiene 60 años y llegó a Tiquicia cuando apenas tenía 16, procedente de Bogotá, Colombia, para visitar por un tiempito a un tío que tenía una fábrica de zapatos, pero se quedó.
A finales de la década de los setenta, todavía siendo estudiante de periodismo de la Universidad de Costa Rica y haciendo sus primeras armas en el periódico La Prensa Libre, no lo pensó dos veces cuando estalló la guerrilla de los “Contras” en Nicaragua, y se fue para la frontera a ver qué informaba. Así nació su pasión por las coberturas en zonas de guerra.
Con el tiempo se hizo corresponsal de las televisoras CNN y Univisión, con las que tuvo la oportunidad de cubrir conflictos armados en Pakistán, Afganistán, Israel, Jordania e Irak, así como en su amada Colombia, donde informó sobre las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y los paramilitares.
Ya se acomodó en Ucrania, en la ciudad de Lviv (también conocida como Leópolis), a 50 kilómetros de la frontera con Polonia, lo que no sabe es cuándo ni cómo saldrá de allí.
“No sé cómo evolucionará esto, los rusos avanzan y no sé qué tan rápido podrían controlar esta ciudad, no sé si la bombardearán y si podré salir vivo de aquí. No sé cómo o por dónde podré salir, solo le pido a Dios que me proteja. No estoy sufriendo nada, tengo techo, comida y trabajo. Solo hay un poco de riesgo”, fue lo primero que nos dijo
- ¿Quién lo mandó?
A mí nadie me mandó aquí, simplemente tenía muchas ganas de participar en esta cobertura. Como es un conflicto lejos de mi territorio de trabajo, porque trabajo como corresponsal para Reuters y Univisión, pues ellos tienen a su gente aquí, aunque tienen un servicio en español y es con los que creo que voy a colaborar. Claro, una vez llegué, tengo apoyo de las empresas.
Con la ayuda de mi familia pude venirme. Tomé un vuelo hacia Zúrich (Suiza) desde Costa Rica y después otro a Varsovia, que es la capital de Polonia, en donde estuve dos días. Ahí vi a miles de refugiados entrando a Polonia. Comencé a hacer los trámites para entrar a Ucrania y como el pasaporte tico necesita visa para entrar a Ucrania, usé el pasaporte colombiano.
- Ya en ese país, ¿qué fue lo primero que se topó?
Muchas barricadas con sacos de arena y piedras. También unas estructuras de metal, como cruces grandes, que se ponen en la calle para evitarle el paso a los tanques. También ya fui a ver cómo están construyendo muchas bombas molotov, las hacen por todos lados y son para tirárselas a los tanques rusos. Eso ya lo impresiona a uno.
- ¿No le da miedo estar ahí con el Ejército ruso avanzando?
Sí, claro, hay un poco de temor, pero fíjese que más bien estoy preparando un viaje a Kiev, Odesa y a otras ciudades. Es que quiero ver las ciudades más afectadas.
- Con su experiencia tan grande en conflictos armados, ¿qué se debe tener y hacer para ser un buen corresponsal de guerra?
Pues no puedo decirte que sea un buen corresponsal de guerra, eso sería demasiado jactancioso, simplemente tengo mucha pasión por este oficio.
- ¿En una guerra se llora de dolor con lo que se ve?
Sí, claro. Con un ojo puede estar viendo a través del lente y por el otro destilando lágrimas, no solo en una situación de guerra, pero aquí uno a ratos se pone sensible, como cuando mis hijos me llaman o cuando hablo con personas a las que amo.
- El pasado 13 de marzo falleció un periodista de Estados Unidos, es el segundo comunicador que muere en la invasión de Rusia a Ucrania, ¿eso no lo hace pensar en regresarse?
Pues sí, claro que uno se afecta y siente esa muerte porque es un colega que está haciendo lo mismo que uno. Solamente que él fue tal vez más arriesgado en una zona más peligrosa. Quedó herido un compañero de él, precisamente un colombiano-estadounidense y sí, claro que sí se afecta uno.
- ¿Consiguió hotel?
No. Están todos llenos, especialmente por periodistas. Había hecho contacto desde Costa Rica y me ubicaron en una casa grande de cuatro pisos, me adaptaron una sala grande, me pusieron un sofá cama. Estoy bien, sin ningún problema.
- ¿Los bombardeos han sucedido cerca?
Ya el jueves pasado sonaron las sirenas que anuncian bombardeos, una voz dice: ‘El gobierno de protección civil les anuncia que hay probabilidad de bombardeo en pocos minutos, por favor váyanse a los refugios, llévense salveques, niños y ancianos’. Eso se escucha en toda la ciudad, en parlantes en iglesias. Claro que uno se asusta, pero comencé a filmar a la gente corriendo y cuando me fui para el refugio ya estaba cerrado, tuve que quedarme afuera y por dicha no me pasó nada.
- ¿Todo bien por el momento?
Gracias a Dios sí. Sigo cubriendo, haciendo tomas y reportando. Estoy bien por el momento.