Sergio Alvarado Pol, un apasionado del periodismo prácticamente desde que nació, fue elegido este 2024 con el máximo galardón editorial de La Teja, Periodista del año.
Tiene 41 años de edad, 11 de trabajar en La Teja y pertenece a la sección deportiva. Agradece profundamente la distinción recibida y no dejó de recordar a su papá, don Edgar Alvarado (quien falleció hace tres años) y su mamá, doña María Eugenia Pol, a quienes, asegura, les debe todo lo que es hoy día.
“Papá decía siempre que uno tiene que dejar que el trabajo hable por uno. Explicaba que en el trabajo nadie tiene que hablar por uno, que es el trabajo que uno hace es el que realmente dice lo que uno es”, recordó.
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Al ser periodista deportivo en esta parte del mundo está muy involucrado con el fútbol, deporte rey del país y la región, sin embargo, es apasionado de otros como el béisbol, baloncesto y lucha libre entre otros.
Recuerda con tremenda alegría la gira internacional que realizó en marzo de este año a tres zonas de Estados Unidos para cubrir fútbol y boxeo: El partido Costa Rica-Honduras en Dallas, el fogueo Costa Rica-Argentina en Los Ángeles y la pelea de Yokasta Valle contra la México-estadounidense Siniesa Estrada que tuvo en juego los títulos de las 105 libras de todas las organizaciones de boxeo.
Además, destaca la entrevista en El Salvador que le hizo a la leyenda argentina, Javier Zanetti en el 2023, ya que pudo tratarlo en el plano profesional, con la entrevista, y en el personal, porque compartió un almuerzo en el que se habló de todo, pero sin micrófonos, fue un compartir íntimo con una leyenda.
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“Agradezco a los compañeros de trabajo porque gracias al aporte de todos es que uno logra recibir un reconocimiento de estos. Es un trabajo en equipo. La experiencia acumulada en más de una década de trabajar en medios sirve, también, de fundamento.
“El periodismo es pasión, hay que amarlo. En el periodismo no existen zonas de confort, todo está en constante cambio. La adaptación a ese constante cambio debe ser la constante, el día a día de nuestro trabajo”, aseguró.
Inició cuando en el periodismo recién nacían las redes sociales, por eso se ha ido adaptando a las nuevas tendencias de una profesión que para él, además de los títulos, debe ir acompañada de pasión y corazón; de un amor especial que permite disfrutar cada instante del trabajo.
Le toca cubrir deportes a diario, sin embargo, también se adapta a la cobertura de sucesos, espectáculos y política, porque, como nos advierte, su título universitario es de periodista en general y no solo de periodista deportivo.
“El Periodista del año es la satisfacción de confirmar que el trabajo te premia en algún momento cuando usted se dedica por completo. Se tiene que mejorar año con año, aprender de las experiencias, buenas y malas para crecer”, reconoce.
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Se considera de Alajuela y de Tibás porque ha vivido en las dos zonas. Lo suyo no es andar haciendo amiguitos entre los jugadores o directores técnicos de fútbol, al contrario, es un periodista que se caracteriza por preguntar lo que otros no se atreven, lejos de amigos, prefiere entregarle a cada lector un trabajo honesto, imparcial y balanceado.