Karen Fernández
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Piña de exportación, que debería ser desechada porque los furgones que la transportan sufrieron algún accidente, se está quedando en el mercado nacional.
Piña de los grandes productores, que solo debería ser para los principales mercados, como Estados Unidos, y algunos países de Europa, también la están dejando en el país.
Esa es la denuncia que hacen los pequeños productores esta fruta de la zona Norte quienes aseguran que están quedando en la quiebra.
Aseguran que a las afueras del Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada), en Barreal de Heredia, llegan camiones cargados con la piña de exportación que ofrecen a precios de una teja y hasta en ¢25 cada una cuando el precio normal es de entre ¢400 y ¢500.
Por ello habían acudido a la diputada de la recién pasada Asamblea Legislativa, Aracelly Segura Retana, de Liberación Nacional, con el fin de que les ayudara a llevar su queja a las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
“Como diputada de la zona Norte me ha contactado un grupo de agricultores que se dedican al cultivo de la piña para manifestarme su preocupación sobre el manejo que se da en el CENADA, particularmente con la compra de piña que ha sido objeto de indemnización por parte de las compañías de seguro, ya que era piña para ser exportada pero que por múltiples razones en su traslado al puerto, para dicho fin, tuvieron algún percance y ya no puede ser exportada”, explica la exlegisladora en una carta dirigida al ministro del MAG, de la administración anterior, Luis Felipe Arauz, el 23 de abril.
La denuncia la corrobora don Rafael Solís, productor de La Victoria de Pital, quien asegura que esa práctica por temporadas es común que se presente hasta dos o tres veces al día, aunque reconoce que no se está dando en éstos momentos porque hay demasiada piña en el mercado.
Luis Humberto Solís, gerente general del Programa Integral de Mercadeo Agropecuario (PIMA) y administrador del Cenada, en su respuesta al ministro Arauz del 26 de abril, le dice: “En la administración del Cenada ni en esta gerencia se han presentado quejas sobre esta situación planteada por la diputada Segura. Los responsables de la administración y regulación de la operación de la central mayorista no contempla los procedimientos para diferenciar los distintos tipos de producto que ingresan y se comercializan”.
Solís agregó que se han detectado cajas de piña de exportación en el Cenada, sin embargo, dicha situación no es frecuente, ya que la mayor parte de la fruta ingresa a granel.
“Se consultó al INS sobre este tema e indicaron que la piña se indemniza en los casos en que se presente algún accidente de un furgón listo para la exportación y que tenga seguro.
“La piña pagada no puede seguir en la cadena de consumo fresco, debe ser redireccionada al proceso agroindustrial, la alimentación animal o el desecho. Dichos casos pasan unas dos veces en el año y en estos casos no se informa a Pima”, agregó Solís.
Ante dicha situación, el gerente general se comprometió a pedirle al INS que les notifiquen cuando se hace una indemnización de productos de exportación, para estar ojo al Cristo y tomar las medidas correspondientes en el caso de que el producto ingrese al Cenada.
La ven a cuadritos.Gerardo Rojas González, agricultor del nuevo cantón Río Cuarto, nos contó que las grandes piñeras les están causando mucho daño.
“En el último año he perdido entre ¢11 y ¢12 millones por esta situación, gracias a Dios estoy trabajando libre de deudas. Estamos en época de sobreproducción, la fruta es grande, ellos (grandes empresas) no pueden exportar la piña de ese tamaño, por eso la venden a cualquier precio” comentó Rojas.
Los pequeños productores que se están siendo golpeados son alrededor de 150, ubicados desde Puerto Viejo de Sarapiquí hasta Upala, muchos de ellos tienen la casa y las fincas a punto de que las remate el banco porque tuvieron que hipotecarlas para pedir un préstamo y sacar la cosecha.
Don Gerardo agregó que este problema lo están viviendo desde hace dos años, pese a que el MAG había sacado una ley de que ninguna piñera que exportara podía mandar piña al mercado nacional, pero asegura que esto no se está cumpliendo.
Oscar Valverde, piñero de San Vicente de Río Cuarto desde hace nueve años, contó que con estos precios los están ahogando y sus familias viven de eso.
“Tenemos pérdidas muy grandes, apenas podemos pagar los peones y los créditos.
“Si uno antes hacía cinco millones, ahora hace con costos millón y medio. Necesitamos que nos ayuden las autoridades”, contó Valverde.