Thiago Víquez Ramírez es un pequeño de 6 años que nació con una condición llamada atelectasia, que hace que uno de los pulmones no se desarrolle, por lo que prácticamente vive con uno solo de estos órganos.
La mamá del pequeño, Karen Ramírez, ve a su hijo como un milagro, porque los primeros meses de su vida los pasó internado y en ocasiones estuvo hasta cuidado intensivos, por lo que temía lo peor, pero ahora todo es diferente.
“Cuando quedé embarazada de Thiago tuve un control prenatal normal, me hicieron un ultrasonido y nunca me dijeron que tenía un problema en un pulmón. Cuando él nació, los doctores que estaban en la sala de parto del hospital San Juan de Dios vieron que algo malo pasaba con mi bebé, como que le costaba respirar y se ponía moradito, por eso lo mandaron al hospital de Niños, ahí le hicieron de todo, placas, estudios y así descubrieron que uno de los pulmones no se le desarrolló, lo tenía como seco”, recordó la mamá del menor.
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Luego de que los médicos descubrieron el mal del pequeño, empezó a padecer infecciones respiratorias que lo mantuvieron internado largos periodos en sus primeros meses de vida.
“Cuando lo llevaba al hospital lo dejaban internado dos o tres meses, me lo daban y a los ocho días tenía que volverlo a llevar al hospital para que lo volvieran a internar, llegó a estar internado cuatro meses seguidos. Poco a poco se fue fortaleciendo y pudo quedarse en la casa, claro, con un control en el Hospital de Niños para asegurarnos de que todo estuviera bien”.
Posible causa
Karen contó que cuando Thiago nació, ella vivía en Pavas con el papá del menor, pero los problemas de adicción a las drogas que él tenía la hicieron tomar la decisión de alejarse e irse a vivir a Pavones de Turrialba, cerca de su mamá.
“En un estudio que le hicieron a Thiago me dijeron que el que no se le desarrollara un pulmón podía ser un efecto de los químicos que consumía el papá.
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“Venirme a vivir a Turrialba fue una buena decisión, porque siento que ha sido muy bueno para Thiago y mis otros tres hijos. Allá en San José no tenía dónde jugar, porque la casa no tenía ni siquiera patio, pero aquí es diferente, hay mucho espacio para que pueda desenvolverse como un niño feliz, hasta está en una escuelita de fútbol”.
Ahorita Thiago está en el kinder, pero sueña con entrar a la escuela para ponerse el uniforme blanco con azul que tanto le llama la atención.
Su materia favorita es Español y la que más le cuesta es Matemáticas, a veces escribe los números al revés, pero su mamá siempre está pendiente para ayudarle.
“Yo veo a mi hijo como un milagro, es un niño con una vida completamente normal pese a su condición. Llegué a verlo tan mal cuando estaba pequeñito, en cuidados intensivos, que sentí miedo, pero Dios me lo salvó, solo puedo darle gracias a Él y a los médicos.
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“Siempre lo cuido lo más que puedo y muchas veces siento temor de que le pase algo y entre en una crisis respiratoria, pero él me dice: ‘mamá, tranquila, yo estoy bien, no me duele nada’.
Karen cuenta que ella vive una situación económica apretada, porque no trabaja, se dedica a cuidar a sus hijos, pero se siente muy agradecida con Dios porque puede verlos crecer tranquilos y felices.
Gran sueño
El sueño de Thiago es ser futbolista profesional, todos los días pasa los canales del televisor buscando partidos y nunca se pierde la sección deportiva de los noticieros.
“Es saprissista y el jugador que más admira en el mundo es a Lionel Messi, cada vez que lo ve en el tele se emociona todo. Cuando juega, lo ponen de mediocampista”, contó Karen.
La mamá del valiente pequeño cuenta que ella siempre le habla claro a Thiago y le dice que por su condición debe cuidarse más de la cuenta.
También le dice que si en algún momento se llega a sentir mal o le llega a faltar el aire, debe pedir ayuda a algún adulto, ya sea a un educador o a un entrenador, si está en la escuela de fútbol.
“Mi chiquito me ha preguntado por qué él es diferente y yo le digo que porque Diosito lo mandó así. Le pido que no juegue de manos ni nada brusco, para que no lo vayan a golpear”.
A Thiago ya le dieron de alta en el Hospital de Niños y a la mamá le dieron un documento que indica que si él llega a tener una crisis respiratoria, debe llevarlo al hospital o ebais más cercano lo antes posible, para que lo atiendan y deben abrirle de nuevo el expediente para darle un nuevo control.
El 2 de marzo del 2022 Thiago fue diagnosticado con covid-19 y tanto la familia como los médicos se asustaron mucho. Lo internaron cuatro días, pero por fortuna el niño pudo enfrentar la enfermedad de buena manera, ni siquiera necesitó oxígeno.