Si se da una vuelta por Turrialba y necesita parar un taxi, con suerte don Melvin Fonseca le hace el servicio y entonces usted va a disfrutar el viaje en un carro patriótico, costarricense de cepa al que solo le falta tener dentro una guaria morada bien llena de flores.
Se trata del carrito placa TC 593, que luce adornos como los que decoran nuestras carretas típicas, también tiene banderas, el escudo nacional y hasta la imagen del volcán Turrialba, todo un símbolo del lindo cantón azucarero.
Don Melvin acostumbra forrar su taxi en calcomanías alusivas a fechas importantes y en el mes de la patria se empuncha. Y la verdad que el trabajo le queda bien lindo.
“Uno tiene a Costa Rica en el corazón. Desde que estaba en la escuela mis maestros me enseñaron el amor a la bandera, a la marimba, al yigüirro. El profesor de música nos educó en el amor al Himno Nacional y ahora todo esto lo plasmo en mi taxi”, comentó.
Agregó que la profesora de Artes Plásticas también le inculcó el amor por el arte y de ahí agarra ideas para hacer los diseños de las calcas que le pega al carrito.
“Luego lo mando a imprimir al estudio 360, de Turrialba, donde me sale en unos ¢250.000, son calcomanías que cruzan cada lado del taxi y otra es para la tapa”, aseguró.
Vale más la sonrisa
El taxista reconoció que las calcas dañan la pintura del vehículo, pero eso no es algo que le preocupe. Para Melvin es más bonito ver la sonrisa de un niño que la pintura.
“La gente queda muy contenta, como ya es tradición en el pueblo la gente lo pide y pregunta por el próximo diseño. He hecho navideños, del cáncer de mama y mundialistas”, indicó don Melvin, quien reconoció que este pasatiempo es muy caro, pero dichosamente cuenta con diez patrocinadores que le echan la mano para seguir con la llamativa tradición.