El pastor Mario Castro, de la iglesia Vida Abundante, ubicada en Curridabat, contradijo a su colega, Rony Chaves, pues a su criterio, el único que tiene poder de evitar una catástrofe es Dios. Castro contestó algunas preguntas sobre este polémico hecho.
Esto luego de que supuestamente, el “apostol” costarricense Rony Chaves afirmará que le ordenó a la tierra no moverse más de la cuenta durante el terremoto de Nicoya en 2012.
-¿El poder de la oración es tan fuerte como dice Rony Chaves?
El poder de la oración es tan fuerte como la Biblia dice, no como don Rony lo afirma.
-En la publicación se dijo que Chaves intercedió con una oración para evitar que el terremoto fuera más fuerte...
Yo discrepo totalmente con lo de la oración, más bien es a quien va dirigida porque solo Dios tiene ese poder.
-¿Para usted las palabras de Chaves dejan en mal a los cristianos?
No lo sé, pero creo que afirmar cosas como esta de los terremotos es casi que igualarse con Dios.
-¿Por qué?
Porque somos hombres y mujeres, no Dios. Yo en lo que sí creo es que puedo ir en el nombre de Jesús a pedir misericordia como se ha hecho con huracanes.
-¿Considera a Chaves un charlatán?
Yo no hablaría de charlatanería, diría que es un asunto de una fe equivocada, errada, uno no puede tener fe en los hombres, solo en Dios.
-¿Cree que su colega está equivocado?
Está equivocado en lo que está diciendo. Lo que dice la Biblia es que lo que es imposible para los hombres es posible a Dios.
-¿Le parecen irresponsables las palabras de Chaves?
Podría afectar la opinión de la gente en cuanto a temas de prevención, por ejemplo, si soy un seguidor de él posiblemente le crea y no tome las medidas de precaución si viene un huracán y él me dice que todo está controlado.
-En un caso de eso hasta muertes se podrían ocasionar…
Claro, porque se le hace caso a una persona que no es Dios.
-¿Cuál es el mensaje que se le puede dar a la gente que cree en este tipo de cosas?
Desde el punto de vista de la fe, lo que les puedo decir que todo lo que se oiga tiene que ser pesado con la palabra de Dios, no se pude creer en todo lo que la gente dice.