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Pasión por emprender logró que un joven de 17 años se dedicara a la crianza de abejas y a producir miel

Osvaldo Murillo es un joven de 17 años, quien se dedica a la meliponicultura, en la que trabaja con abejas sin aguijón

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Osvaldo Murillo es un joven de 17 años, que logró crear su proyecto de meliponicultura, tiene varias colmenas y ya ha producido miel para venderla.
Osvaldo Murillo es un joven de 17 años, que logró crear su proyecto de meliponicultura, tiene varias colmenas y ya ha producido miel para venderla. Cortesía.

Su curiosidad y deseo de tener su propio negocio impulsó a un joven de 17 años a dedicarse a la crianza de abejas y a la venta de miel.

Osvaldo Murillo vive en Cutris de San Carlos. Desde hace 4 años vio cómo un vecino se dedicaba a la meliponicultura y se puso a buscar en Internet de qué se trataba. La meliponicultura es la crianza de las abejas meliponas o abejas sin aguijón y, por eso, su contacto con estos animalitos no le representa ningún peligro, pues este tipo de insectos no pica.

Murillo es estudiante de undécimo año del Liceo Rural San Joaquín de Cutris; hoy tiene en su casa unas 38 colmenas y el año pasado ya logró vender sus primeras botellitas con miel y goteros.

“Quiero seguir aprendiendo y estudiar algo relacionado con abejas, con los animales, porque es una pasión que tengo”.

—  Osvaldo Murillo, pulseador.

Osvaldo conversó con La Teja y contó que su afición nació hace 4 años, pero desde el 2021 ya agarró la meliponicultura en serio.

“Vi que un vecino se dedica a esto y me atrajo desde el primer momento. Eso me hizo buscar información en redes sociales. Vi cómo se hacen las colmenas y eso me hizo agarrar las de árboles enraizados y, poco a poco, aprendí a hacer trampas y otras cosas.

“Cerca de mi casa hay árboles y tuve mi primera colmena hace 3 años. Trabajo con varias especies de abejas, llamadas jicote barcino, mariola y tacanito, las cuales producen una miel muy especial y que ayuda con las cataratas en los ojos y con problemas gastrointestinales”, manifestó.

Osvaldo Murillo es un joven de 17 años, que logró crear su proyecto de meliponicultura, tiene varias colmenas y ya ha producido miel para venderla.
Esta es una piquera, una especie de agujero por donde entran y salen las abejas. Cortesía.

Una vez que tuvo éxito con su primera colmena, Osvaldo agarró impulso para continuar y creó cajas rústicas y trampas para capturar a las abejas.

“Las trampas las hago con madera de corteza o laurel; comencé con esto hace año y medio y así me ayudo a no extraer las colmenas del ambiente y es una forma muy segura de trabajar”, recalcó.

17 años tiene este joven.

Joven de 17 años trabaja con abejas y es una de sus pasiones

Todo su esfuerzo le dio éxito hace ocho meses, cuando tuvo la producción de miel, de la cual vendió unas 10 botellas de 700 mililitros en supermercados de la zona. La producción de miel se da cada siete meses, por lo que deberá esperar hasta inicios del otro año para ver la nueva “cosecha”.

“La miel de mariola tiene excelentes propiedades para la vista. Vendí unos goteros y botellitas con miel. Esto me ayudó para participar en la feria científica de la zona el año pasado, y estuve en la penúltima etapa de la feria.

“Esto me ha ayudado a darme a conocer en el colegio, en la comunidad, en los supermercados locales, y hace unos seis meses también estuve en un concurso llamado ‘Yo emprendedor’, que lo organiza una empresa dedicada a apoyar los proyectos de jóvenes de todo el país, y lo gané”, destacó.

Osvaldo Murillo es un joven de 17 años, que logró crear su proyecto de meliponicultura, tiene varias colmenas y ya ha producido miel para venderla.
Osvaldo crea las cajas con madera de corteza o laurel. Cortesía.

Cada semana, Osvaldo revisa sus colmenas, tanto en exteriores como por dentro, para que no tengan enemigos, que puedan comerse la miel y matar las abejas.

“Algunos de los enemigos son la araña roja, que se introduce por la piquera (agujero que se hace para que las abejas puedan entrar y salir de la colmena) y se alojan en la parte de arriba, se van comiendo a las abejas hasta matarlas.

“Otros son los geckos y unas moscas pequeñas negras, que detectan el estrés de la colmena, cuando hay un reguero de miel, ponen huevos y luego de cuatro horas se producen las larvas”, añadió.

Este muchacho está feliz de la vida con su negocio, porque le permite hacer cosas diferentes, y ayuda con la economía de su familia. Osvaldo cuenta con el apoyo de sus papás, Karold y Deivin.

“Mis compañeros de colegio siempre se muestran muy curiosos con lo que hago. A veces me visitan y esto me inspira para seguir creciendo.

“Me gustaría tener un espacio en donde pudiera dedicarme a la meliponicultura de una mejor forma, contar con un espacio más grande y que esta sea una forma de atraer turistas. Quiero seguir aprendiendo y estudiar algo relacionado con abejas, con los animales, porque es una pasión que tengo”, afirmó.

Osvaldo Murillo es un joven de 17 años, que logró crear su proyecto de meliponicultura, tiene varias colmenas y ya ha producido miel para venderla.
Este joven tiene unas 38 colmenas en la actualidad. Cortesía.
Yenci Aguilar Arroyo

Yenci Aguilar Arroyo

Redactora de la sección de Nacionales. Trabajó en las secciones de Deportes, Tiempo Libre y tiene experiencia en comunicación institucional. Cuenta con 18 años de experiencia, desarrollada principalmente en el periodismo escrito. Fue designada Periodista del Año del 2023. Trabajó en el Periódico Al Día.

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