Eduardo Fernández, de 13 años y quien tiene síndrome de Down y autismo, fue discriminado en el local "The Playground Animal Word", de juegos infantiles, que se encuentra en el mall Paseo de las Flores, en Heredia.
Así lo determinó la Sala IV (resolución 2018000550) que condena a Inversiones Attiz LR S.R.L al pago de las costas, daños y perjuicios causados y a un monto económico que deberá plantear la parte ofendida.
Además, la Sala le hace una advertencia a Régulo José Reyes González, el propietario del local, o a quien ocupe su lugar, para que no repitan actos discriminatorios de ningún tipo.
Los hechos se remontan al 26 de setiembre del año pasado, cuando Marjorie Madrigal y su hijo Eduardo visitaron el centro infantil pero fueron invitados a salir por la encargada del lugar a los minutos de haber llegado.
La razón que les dieron fue que el niño babeaba (esto debido a su condición de niño Down).
"Este Tribunal concluye que, pese a que el menor no presenta ninguna actitud agresiva o reprochable, resulta cierto que la madre y el menor fueron compelidos a abandonar el local sin que existiera una razón justificable y objetiva", dice la resolución de la Sala.
La madre consideró, dentro de la queja a la sala, que las conductas, manifestaciones y gestos de la encargada del local fueron "acosantes".
Sin tranquilidad
Marjorie mencionó cinco momentos de acoso durante su visita al lugar con su hijo. El primero se refiere a cuando la encargada le dijo, "¿trae medias?, si no, no puede ingresar", mirando a su hijo.
Un segundo momento fue cuando la joven le dijo, "está babeando demasiado, ¿trae algo para limpiarlo?". Madrigal respondió que no y entonces la encargada reaccionó con "tome esto para que lo limpie".
Luego, cuando Eduardo disfrutaba el lugar, la mirada constante y acosante de la empleada fue considerada por Madrigal como el tercer momento de acoso y el cuarto se dio cuando la mujer subió al cubículo de juegos y le dijo: "hágame el favor y saca al muchacho, son demasiadas babas".
La madre le explicó que no lo podía sacar de forma rápida o brusca porque se podía afectar por su condición y le pidió a la empleada un momento más, pero la respuesta fue no, lo cual la mamá consideró un quinto momento discriminatorio.
Finalmente, Madrigal tuvo que emplear un poco de fuerza física para llevarse a Eduardo, pero la empleada se mantuvo cerca y acechante y los acompañó a la salida para asegurarse de que se iban.
El abogado de Madrigal, Fransua Vásquez, dijo que el fallo de la Sala IV es importantísimo porque hay una defensa de quienes sufren cualquier tipo de discriminación.
"Lastimosamente, en el 2018, hay personas que sufren discriminación por alguna preferencia, ideológica, discapacidad y esta resolución nos dice que esa población puede velar por sus derechos y tiene la posibilidad de alzar la voz", expresó el abogado.
Dijo que no sabe cuánto van a pedir de plata a los responsables, pero aseguró que no cierran las puertas a un diálogo con la empresa.
Vía telefónica se consultó en la recepción del mall por Juan Carlos Zúñiga, gerente del centro comercial, pero dijeron que le dejarían el mensaje y que devolvería la llamada. También nos dijeron que enviáramos un correo electrónico porque era más rápido por esa vía, pero tampoco por ese medio han respondido.