Al Parque Nacional Volcán Poás le levantaron la recomendación de cierre que se impuso el pasado 17 de abril; sin embargo, eso no significa que abrirá inmediatamente sus puertas.
De momento seguirá cerrado porque primero se deben cumplir mejoras en el plan de riesgos para todo el parque, si se cumplen posiblemente abra en Semana Santa.
El Comité Asesor Técnico en Vulcanología y Sismología (CAT), conformado por representantes especialistas en vulcanología de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) y la Red Sismológica Nacional, decidieron levantar la orden porque ya disminuyeron los temblores y la salida de ceniza, así como de gases en el cráter activo del volcán.
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“La apertura al público se hará una vez que el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), como administrador del Parque Nacional Volcán Poás, efectúe las labores y acciones necesarias para una adecuada gestión del riesgo”, explica la CNE.
Dentro de lo que debe cumplirse para que el parque vuelva a funcionar a cachete está: contar con un plan de manejo controlado de la visitación al Parque Nacional, que debe verse con el equipo técnico especializado, diseñar y tener material informativo, así como instalar y mantener rótulos informativos y de advertencias en español e inglés e instalar pantallas informativas en sitios estratégicos donde se muestre en directo las condiciones del mirador de visitantes y otros sitios.
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Además, deben construir e instalar vallas de protección, darle equipo de protección portátil, fuerte y de calidad a los colaboradores y trabajadores del Sinac, colocar cámaras de vigilancia en sitios estratégicos en diferentes partes del parque. Recuperar, reforzar y adecuar los senderos, sitios de visitación y rutas de evacuación.
Cuando la gente del Sinac revise todo y esté tranquila con las mejorías para la protección de visitantes y trabajadores, se abrirá de nuevo el lugar, pero si la situación volcánica cambia, se podría volver a cerrar en el cualquier momento.