Este dato es del Fondo de Población de Naciones Unidas y ante una realidad tan amarga es que la Caja Costarricense de Seguro Social anunció este jueves una nueva alternativa anticonceptiva exclusiva para mujeres menores de 20 años.
La guerra contra los hijos no deseados tiene un amigo más: un implante anticonceptivo que ya en el país se le ha aplicado a unas cinco mil mujeres en la regiones Brunca, la Atlántica y en La Cruz de Guanacaste. Se espera que para el 2018 se cubra el Pacífico Central y se aplique en el Hospital México y entre 2019 y 2020 ya estará a la mano de todo el país.
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Según explicó la doctora Ericka Solano Delgado, del Programa de Salud de la Mujer (de la Caja) el implante (que se coloca debajo de la piel) es como un pequeño palito de 4 centímetros de largo por 2 milímetros de ancho. Contiene una hormona que evita la ovulación (etonogestrel) y el procedimiento para ponerlo es bien sencillito. Generalmente los doctores lo ponen en la parte baja del brazo contrario al que usa la mujer para escribir.
Lo primero que debe quedar claro es que ninguna joven está obligada a usar este implante, es de libre elección y no a cualquiera se le pondrá. Quien lo quiera debe realizarse varios exámenes médicos y entrevistas, que le servirán a los doctores para decidir si se lo ponen o no.
Podrían presentarse efectos secundarios como mayor o menor cantidad de fluido en la menstruación o no le podría llegar el período por un mes, pero según la doctora, ningún efecto secundario es dañino para la salud.
Que una joven tenga el implante anticonceptivo no significa que puede comenzar a tener relaciones sexuales sin protección. Precisamente para eso es el período de análisis y entrevistas, para explicarle que ese método debe acompañarse siempre del uso del preservativo.
Los exámenes y las entrevistas también servirán, además, para descartar que la candidata esté embarazada y tal vez no lo sabía. Pero incluso si una mujer se lo pone y a los días se da cuenta de que está embarazada, simplemente va a la Caja a que se lo quiten y puede estar tranquila porque el bebé no se afecta.
Es mentira que la joven que se ponga el implante no podrá tener hijos nunca más a pesar de que lo deje de usar. Generalmente se coloca debajo del brazo, pero si por alguna razón una mujer lo desea o no tiene brazos, igual se le puede colocar en otra parte del cuerpo.
El efecto dura tres años, pero si la joven que lo tiene decide quitárselo a la semana o al mes siguiente, por ejemplo, no hay ningún problema. En la Caja se lo retiran.
Una mujer que use este método anticonceptivo puede hacer una vida normal, ir a piscinas, hacer ejercicios, broncearse en cámaras de bronceado, en las playas; el implante no se le va a ir a otra parte del cuerpo, donde lo pusieron ahí se queda.
A la Caja cada implante le cuesta unos 37 mil colones y una menor de edad puede ponérselo sin necesitar la aprobación de sus papás.