Vea el video de como preparamos pizza con Cristiana Nassar:
Este 9 de febrero es el Día Mundial de la Pizza y por eso conversamos con el geólogo, quien por cierto se encuentra estudiando en Italia un doctorado en vulcanología en la universidad de Bari y el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia; ya está en el último año y no nos compartió sus recuerdos de pizza desde suelo italiano, lo encontramos en Nueva Zelanda, en el Congreso Mundial de Lagos Volcánicos.
El geólogo costarricense Gino González se sentó en un muy antiguo restaurante de la ciudad italiana donde la historia confirma que nació la pizza, Nápoles, y cumplió su sueño de comerse solito una entera. “¡Me supo a gloria!” Fue el resumen que nos hizo.
“La base es muy buena, larga levitación o fermentación, una salsa de tomate que es muy simple, queso mozzarella fresco y un par de hojas de albahaca. El sabor es muy sencillo, es muy suave, entonces uno siente el sabor de la salsa y el queso. Por eso es que me gusta tanto”, explica Gino mientras recuerda con la boca hecha agua aquel momento.
Gino con su profe, Roberto, en la pizzería italiana, justo el día que comió por primera vez pizza en Nápoles.
“El lugar donde estudio en Italia está en Nápoles, es una ciudad que tiene tres elementos importantísimos: un profundo amor por Diego Armando Maradona, tanto así que el estadio de fútbol más importante de la ciudad se llama así, Diego Armando Maradona; el otro, tiene dos volcanes que son parte del espíritu del napolitano, el Vesubio y el super volcán de Campo Flegrei, que es donde estudio.
“Gracias a que estoy aquí estudiando, conocí la tercera cosa más importante para los napolitanos, la pizza, que es un tremendo orgullo para la ciudad. Nápoles es pizza y viceversa”, nos explica el tico.
Fue un profesor de su doctorado, don Roberto Sulpizio, quien se dio cuenta primero que el tico no había ido a comer pizza en el corazón mundial de este sabroso platillo, por eso, un buen día le dijo, “hoy vamos al puro centro de Nápoles para que comas una pizza original, la mejor del mundo”.
“El profe me llevó al puro corazón del centro histórico de Nápoles. Entramos a la pizzería que para mi gusto hace la mejor pizza de todo Nápoles, de hecho, es la mejor pizza que me he comido en mi vida. Le cuento que el propio presidente de Estados Unidos (en 1994), Bill Clinton, pidió que lo llevaran a esa pizzería, se llama Di Matteo, es muy famosa.
“Algo que también me sorprendió aquí en Nápoles de la pizza, además de su delicioso sabor, es que no es tan cara, uno pensaría que por estar en Italia puede ser muy costosa, pero no. Le doy un ejemplo, la pizza Margarita, que es la que más me gusta a mí, vale entre tres mil y tres mil quinientos colones”, contó Gino.
Las casualidades de la vida llevaron a este geólogo a que su doctorado lo esté haciendo justo en la cuna mundial de la pizza porque toda su vida ha sido un amante de este platillo.
“A mí me deja como loco la Margarita porque es un sabor muy sencillo, delicado y eso la hace muy buena.
“Siempre vacilo con mis amigos ticos que han venido a visitarme que uno está acostumbrado a que en Costa Rica las pizzas en su mayoría tienen mucha carne, que también son buenas, pero la que más me gusta es una tan sencilla como la Margarita que es masa, tomate, queso mozzarella y unas hojitas de albahaca… ojalá que todos tengan la posibilidad de visitar Italia para que no dejen de venir a Nápoles a comer pizza”, nos deseó el tico.
Orígenes
Los orígenes de la pizza en la humanidad van de la mano con los orígenes del pan. La historia registra que en el antiguo Egipto al descubrir la levadura comenzaron a preparar unos panes con el color y la forma del sol a base de harina y les echaban agua y miel.
En la antigua Grecia avanzaron un poquitico más y a ese pan redondito le ponían aceite, especies, ajo y cebolla.
Los italianos comían lo que se conocía como pizza blanca, que tenía aceite, hierbas, ajo, cebolla y aceitunas. Era una comida para gente muy humilde, por eso le ponían lo que podían.
A aquel pan que arrancó con los egipcios, pasó por los griegos y llegó a Italia, todavía le faltaba un mágico ingrediente y ese se lo dimos los americanos: el tomate. En Europa, al principio de la llegada del tomate de América, allá por el siglo XVIII, era considerado un fruto venenoso por eso solo se usaba como decoración en la jardinería.
¿Cómo comenzaron los italianos a comerse aquel fruto venenoso? En una ocasión un señor muy pobre, en Nápoles, no tenía nada que echarle al pancito redondo que hizo y en su desesperación le puso tomate porque era lo único que tenía a mano. Al señor le encantó el resultado y como no se murió envenenado el chisme corrió por toda Italia, primero, y por toda Europa, después.
Es en el siglo XVII en Nápoles cuando los napolitanos comienzan a hacer la pizza tal cual la conocemos hoy día, por eso esa ciudad es considerada la cuna de la pizza.
Vean si la pizza es tan querida en todo el planeta que en diciembre del 2017 la Unesco oficializó el como patrimonio de la humanidad, así como al arte de hacer pizza.
La decisión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura de reconocer el arte de los “pizzaioli” como “patrimonio inmaterial” es considerada un homenaje a la cultura napolitana, a su saber combinar historia, música y talento.
“Para nosotros es como ganar la Copa del Mundo”, confesó Gennaro Gattimolo, un fabricante de pizzas de 57 años con delantal y manos cubiertas de harina mientras repartía porciones gratis a todo el mundo en 2017.
Aquel reconocimiento provocó un fiestón en todo Nápoles, de hecho, la histórica pizzería Brandi, en una esquina de la muy popular Via Chaia, reconocida por haber creado la pizza con tomate, mozzarella y albahaca para la reina Margarita de Saboya, también celebraba la jornada histórica ofreciendo pizzas gratis recién salidas del horno.
Con aquella fiesta espontánea, los napolitanos confirmaron que el arte practicado por unos 3.000 ‘pizzaioli’ sigue desempeñando “un rol esencial en la vida social y en la transmisión entre generaciones”, tal como reconoce la Unesco.
A lo largo de los siglos, el arte napolitano de hacer pizzas se ha basado en ingredientes claves: agua, harina, sal y levadura, todos excelentes productos que provienen del campo de Campania.
¡Hicimos pizza!
Nosotros en La Teja no nos podíamos quedar queditos ante el Día Mundial de la Pizza y por eso decidimos celebrarlo haciendo este platillo que es el más vendido en el mundo, incluso supera a la hamburguesa.
Como no sabíamos cuáles ingredientes comprar y cómo hacerla, buscamos dos grandes amigos, la gente de Supermercados Peri, quienes nos ayudaron con los ingredientes y nada menos y nada más que Cristiana Nassar, la presentadora de televisión, quien es chef.
Hicimos dos pizzas, una vegetariana y otra con bastante carne. Cristiana es supercarga y vieran qué rápido estuvo todo listo. La verdad, nos quedaron sabrosas las condenillas porque Cristiana nos enseñó puras tejas y todo salió perfecto.
Los ingredientes fueron: una lata de salsa de tomate (tomate entero de 400 o 500 gramos, 3 cucharaditas de hierbas italianas, 1 cebolla, 1 chile dulce, queso para derretir (el que a usted más le guste), 150 gramos de salame, 150 gramos de jamón, 1 berenjena, 1 zuquini, harina, sal, azúcar, levadura y agua.
La verdad, la pasamos de lo lindo, lo invitamos a que en familia celebren este 9 de febrero haciendo pizza con sus hijos, se divertirán, aprenderán tanates y comerán sabroso ¡Feliz Día Mundial de la Pizza!
Ordene los Ingredientes para esta pizza en el siguiente enlace:
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