El papa Francisco, que quiere pasar a la historia por su defensa de los pobres y de la paz, realiza el viaje más peligroso de sus casi 8 años de pontificado (fue elegido como papa el 13 de marzo del 2013), visitará Irak.
Francisco hace este 5 de marzo el viaje número 33 de su pontificado para llevar un mensaje de paz y reconciliación, que contribuya a curar heridas en Irak, tal como lo hizo en Colombia en 2017 tras la firma de la paz después de más de medio siglo de conflicto interno.
“Voy como peregrino (...) a implorar al Señor perdón y reconciliación tras años de guerra y terrorismo (...) y voy entre ustedes como un peregrino de la paz”, dijo el pontífice la víspera de su viaje de cuatro días (del 5 al 8 de marzo).
La visita papal no sólo representa un reto desde el punto de vista religioso sino también logístico y sanitario, con un nuevo pico de contagios de coronavirus de 4.000 casos diarios en Irak.
El pontífice, que junto con su comitiva y los periodistas que lo acompañan han sido vacunados, visitará Bagdad y Erbil, dos ciudades donde recientemente se dispararon cohetes contra intereses estadounidenses.
Pese a ello, Francisco mantuvo su programa y explicó que no se puede decepcionar “por segunda vez a ese pueblo” tras recordar la cancelación en 1999 de la visita de Juan Pablo II.