Mientras el país recordó, este domingazo 6 de marzo, que se cumplen dos años del anuncio de la primera persona contagiada de covid-19, un equipo vacunador de la Caja Costarricense de Seguro Social, caminó seis horas dentro de la montaña, esta semana, para poder vacunar niños indígenas de Alto Chirripó.
Al tiempo que el ministro de Salud, Daniel Salas, aseguró que no cree que el país vaya a complicarse con una nueva cepa del covid-19 que nos sature los hospitales, citando como ejemplo la variante omicron que sí enfermó, pero no de gravedad hospitalaria, muchos niños tuvieron que caminar más de dos horas para poder vacunarse.
Trabajadores del ebáis de Grano de Oro del área de salud Turrialba-Jiménez de la Caja vacunaron a 244 menores de edad, con edades entre 5 y 17 años de las comunidades indígenas de Ñari, Jarey, Jamari-Tawa, Tkak ri y Tsuebata ubicadas en Alto Chirripó.
El vacunatorio, en Alto Chirripó, se puso en la escuela de Ñari, tanto el equipo de la Caja como los chiquitos y sus padres tuvieron que caminar largas distancias para que les pusieran la vacuna contra el covid-19.
Gustavo Ugalde Rodríguez, coordinador del programa de atención primaria de Grano de Oro, explicó que por lo montañoso de la zona los vehículos llegan hasta cierto punto, y luego el equipo de salud debe caminar por lo menos seis horas para llegar al lugar.
“Hicimos una coordinación con el Ministerio de Educación Pública para que todos los niños de las escuelas de lugares cercanos llegaran a Ñari. Ellos tuvieron que caminar por lo menos de una a dos horas, para obtener la vacuna, logramos proteger en su mayoría niños de 5 a 12 años y algunos adolescentes que faltaban”, detalló el enfermero.
Por su parte, el Gobierno realizó este domingo un acto oficial recordando los dos años desde el primer positivo, fue así que el presidente de la República, Carlos Alvarado y el ministro de Salud, recordaron que en solo 11 días el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) se transformó en el Centro Especializado de Atención para Pacientes con covid-19 (CEACO), se aceleró la apertura de la Torre Este del Hospital Calderón Guardia, se adaptó el Hospital Nacional Siquiátrico y además se aumentó la capacidad de camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) para covid-19 de 24 a 359 en cuestión de meses para luchar contra el virus.
Medidas sanitarias como la restricción vehicular sanitaria, el llamado a quedarse en casa, el teletrabajo, cierre de fronteras, suspensión de actividades y el cierre de centros de concentración masiva, fueron y son fundamentales para aminorar la propagación del virus.
También son fundamentales los trabajadores como el indígena de 29 años, Israel Aguilar, asistente técnico de atención primaria (Atap) que lideró al equipo formado por un médico, un auxiliar, un farmacéutico y una persona encargada de registros médicos, pieza clave en la campaña, ya que, con su experiencia, buen trato y cercanía con la comunidad indígena logró que los niños de Alto Chirripó se vacunaran.