La Real Academia de la Lengua Española define un exorcismo como: “conjuro contra el demonio”.
Como esa definición nos deja apenas untados sobre el tema, nos dedicamos a buscar a un experto en exorcismos apenas para este Halloween, o Día de las Brujas, el cual se celebra todos los 31 de octubre.
Gracias al costarricense Israel Barrantes, fundador de Investigación paranormalCR, logramos contactar vía Zoom, desde Canadá, a uno de los exorcistas más reconocidos del mundo, el obispo canadiense Platón Angelakis. Acá le entrevista completa.
¿Qué es un exorcismo?
Es un ritual religioso en el cual un sacerdote actúa para recuperar el libre albedrío que Dios le dio a una persona poseída por un demonio. Básicamente, el sacerdote entra y le recupera el libre albedrío a la persona y se lo devuelve. Es devolver a Dios a los corazones de las personas.
¿Hay diferencias en un exorcismo para mujeres, hombres y niños?
No hay diferencia para un exorcismo en un adulto o un niño, es el mismo ritual. En el caso de las mujeres, me gusta tener al menos otra mujer conmigo por motivos de dignidad, pero no es que hago un ritual diferente.
¿El ritual del exorcismo siempre es el mismo?
Hay varios tipos. Algunos exorcismos son muy básicos y se pueden hacer con simples oraciones y liberación espiritual, algunos son solo bautismos básicos. Se debe recordar que un bautismo también se considera una forma de exorcismo, una conversión es un exorcismo sobre la conciencia de encontrar a Dios cuando antes no tenías a Dios.
Lo que estamos tratando de hacer en un exorcismo es devolver a Dios de donde lo sacaron. El exorcismo es como decir: eliminamos el mal y lo remplazamos por Dios que es como siempre tuvo que estar el orden de las personas, con Dios en su interior.
¿Una persona muy religiosa puede ser poseída?
¡Por supuesto!, en esto no hay distinciones. El mal no hace diferencias.
¿Qué puede provocar una posesión demoníaca?
Un demonio puede ingresar a una persona por un ritual satánico que hizo y eso le provocó que le entregara parte de su libre albedrío a una entidad a través de un consentimiento, participación, o al convocarlo. También puede darse sin motivo alguno a cualquier persona.
¿Es cierto que un poseído, durante un exorcismo, puede desarrollar fuerza sobrenatural?
Es totalmente cierto. Pueden lograr una fuerza sobrehumana que es capaz de matar a una persona, o a varias.
¿Se acuerda de su primer exorcismo?
Es imposible de olvidar. Estaba junto con otros tres sacerdotes y la víctima de posesión demoníaca era una señora de 60 años, ella no había comido ni bebido nada durante un mes, sin embargo, en casi todo el exorcismo mostró una fuerza sobrehumana. Hablo de que había cuatro adultos en la habitación y a todos nos lanzaba por las paredes, además, tenía los ojos completamente en blanco y comenzó a hablar en lenguas.
Por alguna razón el demonio que la tenía poseída no podía salir de esa casa, no puedo explicar la razón, del por qué, pero cuando sacamos a la mujer del lugar, se liberó de la posesión. Hasta el día de hoy jamás viví nada parecido, es uno de los exorcismos más fuertes que realicé, se puede decir que casi nos mata a los cuatro.
¿Es cierto que un poseído puede hablar en lenguas? y si es así, ¿en qué tipo de lenguas?
Es muy normal que un poseído hable en lenguas, pero no podría decirle de qué tipo porque los demonios tienen conocimiento de lo presente y lo pasado, tienen habilidades sobrenaturales y más allá de la comprensión humana.
¿Qué debe hacer la persona y su familia después de un exorcismo exitoso?
Es muy importante que la persona, y su familia, cambie su vida, siga adelante con Dios en el corazón, que vaya a la iglesia, continúe con una profunda vida espiritual, creciendo día con día en Dios. Es un hecho que no puede seguir con su vida como antes de la posesión.
¿Es posible que una persona muera durante un exorcismo?
Sí. Una persona poseída perfectamente puede morir durante un exorcismo, también quien realiza el exorcismo puede morir. Tanto el poseído como los sacerdotes podemos morir durante un exorcismo.
¿Se debe preparar al poseído para un exorcismo?
Sí. Es muy importante que las personas busquen atención médica antes de un exorcismo para que sean lo suficientemente fuertes y estén preparadas mental y físicamente para tal ritual, existen muchos peligros y responsabilidades que vienen con este ritual.
¿Qué pasa cuando falla un exorcismo y la persona queda todavía poseída?
Es un hecho que los exorcismos pueden fallar, si eso sucede simplemente continuamos repitiéndolos. He tenido casos en que se realizó un exorcismo varias veces a la misma persona, por dicha, terminaron todos de forma exitosa. Por lo general, un sacerdote bien preparado y una persona dispuesta al exorcismo logran el éxito en la primera sesión.
¿Cualquier persona puede hacer un exorcismo?
No. Solo un sacerdote muy bien preparado es quien puede hacer un exorcismo exitoso. Aclaro otra cosa, no a cualquier persona se le puede hacer un exorcismo, esa persona tiene que desearlo y estar dispuesta. Es muy difícil liberar de un demonio a una persona que no quiere ser liberada, que no pone de su parte.
¿Cuánto puede durar un exorcismo?
No hay límite de tiempo para un exorcismo, podrían ser minutos, a como pueden ser horas o días. Se debe estar el tiempo necesario para liberar a la persona del demonio. En ocasiones hay varios sacerdotes y vamos rotándonos para descansar, eso sí, lo que no podemos hacer es parar, una vez que arrancamos es hasta que se logre la liberación.
¿Los demonios saben que usted es exorcista?
Sí. Saben quien soy, saben que les puedo ganar y saben cuándo voy a ir a atacarlos. Es por eso, por así decirlo, que estoy siempre bajo ataque por ser exorcista. En el mundo de los espíritus no hay espacio de tiempo, así que el pasado, el presente y el futuro, son los mismo. Los demonios saben que iré por ellos y por eso tratan de hacer cosas para evitarlo, contra mí directamente o contra mí familia, con el objetivo de que yo no haga el exorcismo.
¿Por qué se hizo exorcista?
Me convertí en sacerdote exorcista porque Dios me llamó y yo acepté el llamado. Con ese llamado vinieron grandes privilegios divinos y bendiciones de protección, directamente de Dios.